Segundo libro de Verne que leo y la verdad que me gustó pero esta por debajo de El Faro del Fin del Mundo. Otra vez se nos plantea una batalla entre el bien y el mal pero esta vez a gran escala. Dos ciudades, cada una con un propósito distinto, se enfrenta para ver quien sigue en pie. Es interesante ver como dos personas con ideas opuestas a raíz de una herencia logran representar estas mismas en dos ciudades. Ya metidos en la historia podemos ver como funcionan internamente cada una de ellas, revelandonos así que el humano es capaz de hacer grandes cosas cuando tiene un solo objetivo en mente. Recomendado.