El celibato obligatorio para los sacerdotes católicos de rito latino ha sido la norma durante casi novecientos años. En la actualidad, el escándalo originado por los abusos sexuales cometidos por clérigos y el rápido declive del número de sacerdotes han llevado a muchos fieles a cuestionar dicha tradición eclesial. A esta discusión sobre sexo y poder, a veces tensa, aporta Donald Cozzens su distintiva serenidad, su propia y agraciada experiencia de vida célibe, así como su talento para destilar la verdad espiritual de la condición humana. Cozzens analiza el celibato sacerdotal como fuente de poder y como carga impuesta, como llamada espiritual y como don del Espíritu. Enfocando el celibato obligatorio desde una perspectiva histórica, examina las experiencias antiguas y contemporáneas de clérigos casados en las Iglesias orientales y en la Iglesia de rito latino. Ha llegado la hora, concluye, de liberar al celibato de la prescripción canónica, para que así sea lo que debe ser: un agraciado estilo de vida para algunos de los ministros de la Iglesia, no para todos.