Luis García Montero, una destacada figuras de la literatura contemporánea de España, entrega esta suerte de manual de iniciación en el disfrute del lenguaje poético. Burlándose de lugares comunes y de convenciones, la obra -un ameno ensayo para niños, en el que el autor intercala sus composiciones líricas- convida a leer y vivir la poesía como una experiencia estética, intelectual y emocional. Las ilustraciones de Juan Vida dicen, mediante el lenguaje gráfico, que la poesía no es sólo cosa de palabras.
La poesía es el tiempo y el espacio convertido en palabras, que viajan sobre un barco de papel desde la imaginación en alas de la fantasía, con rumbo a despertar nuevas sensaciones e ideas en los puertos que toquen, llamando a las puertas de los corazones de aquellos que no temen salir volando por un espacio sin tiempo, por un tiempo sin espacio, tan lleno de nostalgia como de esperanza, Los niños...los verdaderos niños , los que lo son de alma y corazón, los que no pretenden que su intelecto se arruina con las cosas que solo pueden vivir en su mente liberándola de prejuicios. Esto nos dice Luis García Montero que nos invita a jugar el juego del lenguaje, dejándolo libre para correr tras el , respetando las reglas, pero adaptándolas a nuestro conocimiento. Si bien lo dirige a los niños, a quienes invita a no perderse la oportunidad de ser parte de la literatura, propone bases firmes que pueden adoptarse para todo aquel que se acerca al gozo de la lectura poética. O simplemente a la literatura. Sobra decir que como toda la literatura este juego se basa en las reglas e interpretaciones del lector...Nostálgico. Las ilustraciones “ hablan por si mismas “
La metáfora, la metonimia y la prosopopeya, esas palabras tan raras, son simplemente los lazos de complicidad que hay entre el poeta, el lector y el mundo. A nosotros nos basta una mirada para entendernos.
El mundo nos atrapa como un juego, la vida nos divierte a fuerza de repetirse y de cambiar. De cambiar para repetirse y de repetirse para cambiar. Si aprendemos a mirar bien , nos divertiremos mucho con la vida
Aprender a mirar significa ver como pasa el tiempo sobre las cosas, como llega, como se va. Como se para un momento para sonreírnos
La literatura es el arte de conseguir que el tiempo se quede a vivir con nosotros, sin que quiera escaparse, sin necesidad de meterlo en una jaula