LAS TRIBULACIONES DEL ESTUDIANTE TÖRLESS

"Un elevado conocimiento está sólo a medias en el círculo luminoso del intelecto; la otra mitad tiene sus raíces en el oscuro suelo de lo más recóndito; de suerte que un gran conocimiento es ante todo un estado de ánimo y sólo en su punta más exterior está el pensamiento, como una flor". Gran novela de Robert Musil, muy adelantada a su tiempo, escandalosa, irreverente. El joven Törless es envíado por sus padres a una escuela alejada de la ciudad a fin de recibir una buena educación. En un primer momento le cuesta mucho adaptarse, quiere huír de ahí, apenas participa de las actividades escolares. Esto va a cambiar a partir de relacionarse con tres compañeros. Beineberg y Reiting son fuertes, audaces, ingenuos de alguna manera, aunque con la semilla de la maldad dentro de ellos. El otro, Basini, representará la debilidad, la sumisión, la víctima propiciatoria para drenar la maldad de sus compañeros. Basini ha robado y es descubierto por sus compañeros los cuales lo someten a infinidad de vejaciones, una más cruel que otra, bajo la excusa de "rectificarlo". Lo convierten en su juguete, el acoso y castigo está a la orden del día. Basini, al no poder luchar contra ellos simplemente intentará resistir lo más posible. Mientras tanto Törless actúa como simple testigo silencioso. En un principio se ubica del lado de los fuertes. Lo hace, evidentemente, por falta de personalidad, por esa necesidad de ser querido o aceptado, pero hay algo dentro de él que le dice que ese no es el camino que conduce a su recién descubierta identidad. La ausencia de los amigos durante unas vacaciones lo enfrentará a su verdadero ser. De a poco nacerá en él la compasión y no podrá seguir sosteniendo su papel. Escrita en 1906, el autor se anima a tratar temas escabrosos para ese tiempo, como la homosexualidad y el sadismo. Una novela que no da respiro, muy valiente, increpa todo el tiempo, indaga en los sentimientos mas monstruosos del género humano.

Solo lamento no saber alemán para disfrutarlo plenamente, creo que he empezado a leerlo y en realidad llevo haciéndolo toda la vida. Desasosegante relato de iniciación, una cultura ya olvidada en una época superada (en el tiempo, no en altura) con unos adolescentes que ahora, al lado de los actuales, parecen místicos y filósofos venerables, por sus preocupaciones, por sus anhelos, por sus miedos y dudas. Pero es lo que nos ha tocado sufrir.

«Los pensamientos tienen además instantes vivos e instantes muertos. Puede uno llegar a un genial conocimiento que, no obstante, se le marchita lentamente entre las manos como una flor. Queda la forma, pero los colores, el aroma, desaparecen.»