Novela corta difícil de reseñar. Creo que la genialidad radica en la fuerza del final, por ello resulta complicado explicar por qué es recomendable. Jose Bianco nos cuenta, a través de los ojos de Delfín, la enredada y ambigua forma de vivir de los Heredia. El padre, Antonio, tiene un hijo mayor llamado Julio, de quién se cuenta, desde el comienzo, que decidió quitarse la vida. A través de ese hecho descubrieron todos los acontecimientos que lo llevan a esa terrible decisión. Vive con ellos Cecilia, amiga de la esposa de Antonio y madre del narrador. Esta última, tiene una relación cercana con su hijastro Julio. Una relación misteriosa y rara, muy cercana. O no se sabe, hasta el final, si esta concepción es personal del narrador o es cierta. Es compleja, pese a su extensión (de 84 páginas), y merece su atención sobre todo porque Borges recomienda sus novelas e incluyó uno de sus cuentos en una antología de cuentos fantásticos.