Córdoba es una espacio de belleza y sensaciones. Más que una ciudad al uso es un concepto, una filosofía, una heredad, una forma de percibir la vida que le viene de su historia, cargada de trascendencia. La estética de su apariencia -un fundido de cielo, tierra, pensamiento e interioridad- invita a recorrerla no desde la frivolidad e interioridad- invita a recorrerla no desde la frivolidad de la prisa y la mirada sin alma, sino desde el sexto sentido de un itinerario de emociones.