LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE

Cada vez que leo algún libro impactante, me enamoro del escritor. Que le voy a hacer: soy querendona🤷‍♀️ ✋Ahora, mi amor, no es eterno ni incondicional. Que me hayan hecho aflojar las rodillas una vez, no implica que lo hagan siempre. Pero cada vez que vuelvo a ellos siento destellos de ese enamoramiento primigenio. Leerlos termina siendo como reencontrarse con el primer amor. Nunca es igual a la primera vez, pero es imposible no tomarles cariño. Pues Saramago es uno de mis muchachos literarios😍. Hace 20 años leí " ensayo sobre la ceguera" y fue imposible quitarmelo del corazón. Y si bien nunca me volví a sentir de la misma manera, cada vez que lo leo, termino diciendo lo mismo: QUE GENIO QUE ES ESTE TIPO!!!😍😍😍. Que inteligente, que ingenioso que es y que bien que escribe!!! Y encima que original que es😍!!! Su estilo es tan único que aunque no leas su nombre en la tapa, siempre podrás reconocerlo. Es realmente uno en un millón! Ya sé que el tema del estilo narrativo es controversial🙄. Por qué? Pues porque no respeta las reglas de puntuación. Prácticamente no pone puntos, reemplaza estos puntos por comas, después de esas comas, pone mayúsculas, no usa guión ni comillas para los diálogos y ademas no te los pone uno debajo del otro sino que te los enchufa todos seguidos. ✋Y miren, yo soy una rompehuevos con ese tema. Siempre pensé que la puntuación es el héroe anónimo de la literatura: si está bien, pasa desapercibida. Pero si está mal, entorpece la lectura. El lector se detiene ante los errores de puntuación, sintiendo una incomodidad que no puede reconocer. AHORA, SARAMAGO NO COMETE ERRORES DE PUNTUACIÓN, LA REESTRUCTURA. Y esto es facil de saber porque el estilo del autor NO entorpece la lectura. Que no ponga puntos o no use guiones no te detiene, no impide que entiendas lo que sucede o que sepas en un diálogo quién está hablando. El libro se entiende perfectamente. Lo único que sí provoca, es...agobio😶. Lo admito: leer a Saramago suele abrumar al lector. Vos ves una pagina y sentis ganas de tirarte del acantilado porque esta lleeeeena de palabras hasta el tope. Una hoja de Saramago parece eterna🤷‍♀️. PEEEROOO...este estilo no solo es peculiar y abrumador, también es acertado, porque suele reflejar en el lector la urgencia y el caos que sienten los personajes. En la mayoría de los libros que leí de este hombre, siempre hay algún elemento de la vida cotidiana que al romperse provoca el desmoronamiento de la normalidad. Todo se desajusta y se vuelve desconcertante. En " ensayo sobre la ceguera" todos se volvían ciegos, en " ensayo sobre la lucidez" todos votaban en blanco. Y en este libro, un día, en algún hipotetico pais, nadie muere!! Y acá es donde uno puede reconocer al genio!! Saramago toma la figura con peor fama en la historia de la humanidad y la vuelve deseable: la muerte. Esa que todos huímos, esa que todos tememos y a la que todos rechazamos, en el libro todos terminan anhelándola. Porque en un país donde la inmortalidad es ley, la vida se convierte en una auténtica carcel. En conclusión, Leer a Saramago puede agobiarte, PERO SIEMPRE VALE LA PENA😌. No se resistan mas. Leanlo❤ P.D: No le puse un 5 porque si bien me fascina la premisa, la segunda mitad del libro decae un poco.

Las intermitencias de la muerte, de José Saramago Una novela magnífica, no solo por esa tendencia nuestra a personificar a la muerte en un intento por tratar de comprenderla, desearla y odiarla a la vez, como algo inevitable pero que nadie quiere para sí o los suyos. En fin, que la muerte de un momento a otro decide dejar de ejercer sus funciones y la gente deja de morir, sin que eso signifique que los accidentes y enfermedades se suspendan, así que el sueño de que no lleguemos a morir no es exactamente como muchos lo soñaban y de hecho lleve a desear el fin de los días y con ello a que se despierte en la sociedad una serie de acciones muy humanas (en el mal sentido) para brincarse la nueva política de la señora muerte (con minúscula, que ella no acepta la mayúscula). Se toman pues nuevas medidas en la ejecución de sus labores, pues aún la muerte llega a cansarse de la monotonía, sin que esto mejore la situación de una sociedad que no sabe bien qué es lo quiere. En fin, que las aventuras de la muerte siguen y un hecho inesperado, le lleva a replantearse “¿su vida?”, ese final abierto me ha gustado mucho, no puedo decir más, deben leerlo y me cuentan luego. Es el segundo que leo de Saramago y me pregunto porqué no lo hice antes, definitivamente ya estoy poniendo todos sus libros en lista, son muy buenos. Leído en noviembre 2022

Las intermitencias de la muerte es una historia contada en dos partes, la primera donde en algún país a partir del 1 de enero la gente ya no muere, la segunda parte, las cosas cambian y ahora la muerte avisa mediante una carta quién van a morir en una semana. Esta historia de Saramago es una invitación a la reflexión de que algunos deseos o “regalos” no siempre son buenos. Al principio puede ser una euforia, sin embargo, uno no vislumbra lo que algo así puede ocasionar o las consecuencias que trae. Desde conflictos políticos, religiosos, económicos, morales, corrupción, asociación con la maphia (así lo llama en su libro) y hasta problemas internacionales y golpe de estado. Asimismo, Saramago invita a la reflexión del posible comportamiento del ser humano, al ponerlo sobre aviso, que en una semana llegará su vida a su fin y, por otra parte, nos muestra a la muerte que puede llegar a cansarse de su “trabajo” y optar por otras alternativas e incluso que puede llegar a disfrutar de la música, de enamorarse, de sentir, de disfrutar cosas materiales y de humanizarse. Considero que Saramago no solo se encarga de personificar de cómo es la muerte, sino que también, la piensa como algo fundamental para el correcto funcionamiento dentro del ciclo de la vida. El libro es corto, inicia bien, a media historia decae un poco y cierra muy bien. Solo dejo un cabo suelto.

En este libro, Saramago nos hace reflexionar acerca de lo que sucedería si la muerte dejara, de un día para otro, de "hacer su trabajo". Lo que parece un motivo de gran alegría, termina con el tiempo, generando innumerables problemas y un caos en la sociedad, no preparada para la inmortalidad a la que se enfrenta. La novela tiene 2 partes bien definidas. La primera nos presenta el planteo antes mencionado, el que encontré muy original y creativo, pero llega un momento en el que, al igual a lo que me pasó con otros libros del autor, se torna repetitivo y un tanto cansador (de hecho estuve a punto de abandonarlo). En la segunda parte, la muerte vuelve a ejecutar su trabajo habitual, pero de una manera más humana, a tal punto que decide vivir unos días como tal. Los diálogos en esta parte son geniales y la historia te vuelve a enganchar hasta el final. Puedo afirmar que es una novela muy filosófica, repleta de ironías (a las que nos tiene acostumbrados el autor) y que nos hace reflexionar sobre la vida y la imprescindible finitud de la misma. La recomiendo sin lugar a dudas.

Los seres humanos nunca aceptaremos que morir forma parte de la vida, y vivimos con temor a ese momento. Pero ¿qué pasaría si dejáramos de morir? ¿qué ocurriría con las residencias de ancianos, con las pensiones, con las funerarias, con los hospitales, con la religión y con la sociedad en general? A todo esto nos contesta Saramago con una increíble historia sobre un país cualquiera en el que un día sus ciudadanos dejan de morir. Lo que al principio es motivo de euforia pronto se convertirá en fuente de consternación, cuando la sociedad ve tambalearse su equilibrio. Las autoridades investigan la causa sin éxito, y pasado un tiempo la muerte informa que el experimento ha terminado y que volverá a actuar, avisando con una semana de antelación a quien vaya a morir, mediante una carta. Pero hay una carta que siempre le es devuelta. Así que, quiere conocer al destinatario, un violonchelista del que acaba perdidamente enamorada, y de su música también. Saramago nos invita a la reflexión sobre la muerte, como parte necesaria de la vida. De paso aprovecha para hacer una reflexión crítica sobre la sociedad, destapando la cara oscura e hipócrita del ser humano. También resulta conmovedor el papel tan bonito y fundamental del amor y la música en el proceso de humanización de la muerte. Es un libro que empecé a leer rápido, pero conforme avanzaba necesitaba una lectura más reposada, pues viene plagadito de frases para recordar, ironías y un fino sentido del humor, que me ha sacado más de una sonrisa. Con todos esos ingredientes el autor nos regala una novela-ensayo que, no siendo mi género favorito (el ensayo), sólo puedo calificar de genial.

Con ironía y mucho trasfondo social y valor filosófico, Saramago, lentamente, sume al lector en una paradoja inverosímil mediante la personificación de la muerte. El hecho de que a la parca se le den cara -o calavera, mejor dicho-, pensamientos y sentimientos, no es más que el hilo conductor que emplea el autor para introducir una moraleja brillante, a partir de dos sucesos sumamente controvertidos: la muerte cesa su labor de matar gente por un determinado tiempo, para después volver a segar vidas con su guadaña como antaño; desbaratando en ambas situaciones la estabilidad de la sociedad. De ésta manera, Saramago logra plasmar idóneamente un concepto que predomina a lo largo de toda la novela, a través de la incógnita de cómo reaccionamos cuando la mano que nos dio lo que tenemos, nos lo arrebata de igual modo que nos lo entregó, y éste concepto tan intangible como perceptible en la narración del portugués es la hipocresía. Nos hallamos ante una novela en la que una sociedad es conformada por un gobierno, por una iglesia, por comercios, y en general, por una población, que padece la tara de ser hipócrita. Es una sociedad que da vueltas alrededor de lo mismo, de distinta forma y con diferentes excusas; tropezando continuamente con la piedra de la equivocación. El libro de Saramago, a pesar de su breve extensión -no supera las 300 páginas-, es complejo y ha de leerse con detenimiento, además de que carece de signos de interrogación y de exclamación donde debería haberlos, faltan la gran mayoría de mayúsculas en los nombre propios, y la sustitución de la coma por el punto es muy común, por lo que hay oraciones que parecen interminables. Todo esto dificulta su lectura, pero leído sin prisas, el mensaje que se puede extraer de él vale la pena. Y tú, ¿temes a la muerte? ¿La ves como algo terrible o como un simple descanso? ¿Simplemente la esperas teniendo en cuenta que es lo natural e inexorable? Yo no sabría qué contestar después de haber leído ésta novela, pero si algo tengo claro, es que disfrutaré de lo que me queda de vida como mejor pueda, porque la susodicha, al fin y al cabo, es tan volátil como una estrella fugaz. 28/12/2021

Una muerte que va y viene, que puede y no puede. Es intermitente. Dicen que es infalible, pero no es así. Cuando ella quiere se va. Cuando lo desea vuelve, pero vuelve ablandada. Será que no quiere que las personas sigan temiéndole? Se habrá cansado de ser la innombrable, de solamente causar miedo, de posar como maldad pura? Cuando ella lo sabe, no es así. El libro contiene dos historia y, debo confesar, la segunda me gustó mucho más que la primera. En ambas, eso sí, se pretende mostrar el lado más bueno de la muerte. En la primera como maestra, se demuestra que sus actos no se deben a maldad alguna, sino que, por el contrario, es necesaria, impide un porvenir lleno de penurias. En el segundo, muestra que no es infalible, que puede sentir y, por tanto, perdonar. La pregunta clave que se plantea es; Qué pasaría si no muriéramos? Sería un regalo Preciado para los seres humanos? El problema tiene que ver con que la muerte, en este caso, no se encuentra atada al detrimento corporal y a las enfermedades, es decir, el paso del tiempo, según se narra, si causaría los estragos en nuestro cuerpo con la imposición de seguir viviendo. Por lo que: Sería bueno vivir indefinidamente cuando estamos sufriendo? El autor, con su ironía acostumbrada, realiza un recuento muy ilustrativo sobre el negocio de la muerte. Sobre todas esas empresas que se lucran con la muerte y que necesitan de esta para subsistir. Ilustra cómo sería la situación y cómo cambiarían sus parámetros y sus ideas para adecuarse a un mundo sin muertes. En la segunda historia se hace bajar a la muerte a un punto más “humano”. Se la hace sentir lo que se siente lo mundano. No contaré más, pero esta parte me pareció que debe leerse por quien guste de este tipo de temáticas.

¿Qué pasaría si la muerte cansada del desprecio de los hombres, decidiera dejar de trabajar? Este libro ahonda sobre las repercusiones sociales, religiosas, políticas, culturales y filosóficas que habría si la gente dejara de morir. Lo retrata mediante una novela en la que un país de una región desconocida, el 1ro de Enero a las 00:00 hrs, la gente deja de morir, así aquella persona que su vida pendía de un hilo, apunto de exhalar su ultimo aliento, queda suspendida en una eterna agonía. ¿Cómo reacciona el ser humano ante su ahora eternidad?, esta novela nos muestra de una manera clara la reacción del hombre ante sentirse omnipotente, la soberbia que lo embarga y, a su vez, el enfrentarse al hecho de que no morir no significa no deteriorarse, y que puede llevar, a buscar desesperadamente la muerte a la que antes temía, para que termine con el sufrimiento agonizante que lo rodea. Ahora bien, no solo nos muestra este sentimiento de omnipotencia sino, también, como puede usar cualquier circunstancia para su beneficio; los movimientos políticos que se jactan de ser causantes de esa inmortalidad para sumar votos, los negocios que surgen a partir de eso, como el trafico ilegal de agonizantes a la frontera para que puedan finalmente e irremediablemente morir; Las complicaciones religiosas que la no muerte genera, etc. ¿Finalmente, qué pasaría si al fin, al regresar la muerte victoriosa, a quebrantar las tontas ilusiones inmortales de la humanidad... cuándo aparece alguien a quien no puede matar?