LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN

Una obra que en su momento levantó gran revuelo en los círculos intelectuales, lo cierto es que es un texto que desde el punto de vista literario es magistral, independientemente de su veracidad o no, al terminarlo uno ve el mundo de manera diferente.

Las enseñanzas de Don Juan (un brujo yaqui) al autor para convertirlo en un “hombre de conocimiento” son el tema principal del libro. Entre líneas y con tristeza uno va percibiendo que el tema es también otro: cuántas limitaciones hay para quienes se empeñan en “entender” ciertas cosas con la mente y no con el corazón. Las palabras de Don Juan a lo largo del libro no tienen desperdicio, van algunas frases: “Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta. Es una pregunta que sólo se hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera. Ahora sí la entiendo. Te diré cuál es: ¿tiene corazón este camino? (…) Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve.” “¡No! ¡Nunca me enojo con nadie! Ningún ser humano puede hacer nada lo bastante importante para enojarme. Uno se enoja con la gente cuando siente que sus actos son importantes. Yo ya no siento eso.”

Buena lectura y mejor locura, mitos, leyendas, tradiciones, realidades y devociones... todo en el mismo licuado!

Don Juan es un viejo perteneciente al pueblo Yaqui, quien transmite sus conocimientos al autor de este interesante libro. Aunque la verdad el no le enseña más que el camino a los verdaderos maestros mezcalito (el peyote), la hierba del diablo (toloache, que más que maestro es un aliado) y humito (una mezcla de hongos y plantas). Junto a don Juan, el autor descubre el interesante (aveces placentero y veces aterrador) mundo de las plantas alusinogenas y rituales para convertir en un diablero (con poder para curar, para matar y convertirse en otros animales) o sabio. Los personajes son reales, creer o no en la narración es algo que cada uno de los lectores a de decidir. El autor como antropologo simplemente nos muestra sus vivencias junto a don Juan, mezcalito, la hierva del diablo y humito.

Creo que perdí mi tiempo. Esperaba otra cosa. Sinceramente el libro no te atrapó y me costó horrores terminarlo. No le encontré ningún sentido si es que lo tiene. Quizás debería haberlo leído después de comer peyote.

me gustan los libros de Castañeda pero creo que este es el que más me atrajo.Fascinante forma de ver nuevas dimensiones de realidad!

El libro sí me decepcionó un poco porque creí que de alguna forma el autor iba a relacionar todas sus vivencias con la forma de pensamiento y conocimiento que le enseñó Don Juan, ya que como, él mismo dice, este es un esquema que bajo el pensamiento occidental es ilógico pero que bajo su propio marco tiene todo el sentido del mundo. En lugar de eso siempre se mostró escéptico, y aunque es una postura válida, me parece incongruente teniendo en cuenta el prólogo. Creo que si la intención del autor era dejar de lado cómo el conjugaba todos sus sentimientos y saberes en torno a estas experiencias, fue una muy mala decisión, porque lo potente de este libro estaba en poner en diálogo el pensamiento ancestral bajo la mirada del occidental, eso nunca pasó. La experiencia se cuenta de forma muy “objetiva”, pues solo describe sensaciones, acciones y momentos, jamás oímos al narrador reflexionar sobre todo lo que escucha. Tal vez, él quería que fuera el lector quién lo hiciera, y si fuera así, igual algo me queda faltando. Al terminarlo me queda la sensación de que hubo algo que no se completó. Sin embargo, sí lo recomiendo para alguien que quiera empaparse de todo este conocimiento alredor del peyote y demás plantas que constituyen la fuente de poder y conocimiento de los pueblos ancestrales.

No tiene desperdicio. El autor relata sus experiencias como estudiante de antropología. Durante la realización de su trabajo de campo conoce a Don Juan un amerindio mejicano que le introduce en el mundo de la brujería y el chamanismo tomándole como su aprendiz. Para mostrarle cuáles son sus conocimienos el aprendiz debe ser pragmático y tomar conciencia de las enseñanzas de su mentor mediante la propia experiencia. Se trata de un viaje en el que el estudiante confronta la realidad de la que era consciente con las experiencias adquiridas mediante la adquisición de estados alterados de consciencia. La descripción de las otras realidades