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Sinopsis de LAS DOS ANCIANAS
Hay novelas que parecen leyendas, y la historia de las dos ancianas que vivieron en las heladas tierras de Alaska tiene el sabor de esas antiguas enseñanzas que los hijos reciben de boca de sus padres en las largas noches de invierno… Érase una vez dos ancianas que fueron abandondas y condenadas a morir de frío e inanición. Tras el desconcierto inicial, el espíritu de supervivencia se impuso y, olvidados sus achaques, las dos decidieron luchar para vencer la muerte. Así descubrieron cualidades que les permitieron salvar la vida y saberse mejores frente a sí mismas y frente a los demás. Con palabras sencillas, Velma Wallis nos entrega una fábula que viene del frío pero conserva la calidez de un mensaje espiritual que busca y encuentra amor en los gestos más humildes y en las voces más sinceras. Este libro, a pesar de ser un clásico de la espiritualidad, lleva diez años descatalogado. Vendió más de 40.000 ejemplares en nuestras ediciones de los años noventa.
11 reseñas sobre el libro LAS DOS ANCIANAS
Las dos ancianas es un pequeño libro que encierra entre sus páginas una historia muy hermosa de desengaño, supervivencia, superación, bondad y perdón. En pocas páginas, que se leen en un rato, la autora, Velma Wallis, nos transmite una leyenda que su madre le contaba cuando era pequeña y que quiso dejar por escrito para que no se perdiera. Dos ancianas son abandonadas a su suerte por su Pueblo cuando tienen que desplazarse a otro lugar en busca de comida para el invierno. El Jefe del grupo toma la decisión, muy a su pesar, porque debe velar por el grupo y cree que las dos ancianas entorpecerían su desplazamiento a zonas de caza antes de que llegue el invierno. Cuando se ven solas, deciden plantarle cara a la adversidad y a la muerte segura que les espera si se quedan donde están. Empieza así una aventura que las llevará a rescatar todo aquello que aprendieron durante su vida y que ponen en práctica para intentar sobrevivir. Logran pasar el invierno con lo que cazan y logran acumular comida y ropajes de abrigo que hacen con las pieles de los animales. Al cabo de un año el Pueblo vuelve al lugar donde dejaron a las ancianas y, al no encontrarlas, el jefe manda unos rastreadores a buscarlas... no te cuento más para que lo averigües por tu cuenta. Una historia que vale la pena leer, muy recomendable. ¡Feliz lectura! 12 de enero de 2023
Dos ancianas son abandonadas en un lugar de Alaska por su Pueblo. Se sienten frágiles y vulnerables, pero tienen que luchar para sobrevivir. Después de haber sobrevivido durante un año, se encuentran al principio de otro duro invierno con suficientes provisiones. Es en ese momento cuando las descubren sus antiguos compañeros. ¿Compartiran con ellos sus provisiones? ¿ Les perdonarán?
Es una historia muy bonita, se siente contada directamente por la sabiduría. Definitivamente un libro que nos recuerda el poder de la voluntad.
Una breve y bonita historia sobre la superación ante las dificultades, sobre la bondad y el perdón.
Una bonita historia y narrada de forma sencilla. Dos ancianas son abandonadas en un invierno crudo en Alaska, deben sobrevivir luchando sin practicamente nada haciendo sin fin de sacrificios.
La supervivencia de dos ancianas en un medio adverso , similar al que los seres humanos tuvieron en en la época de las glaciaciones y localizado en la Alaska atemporal, sirve para plantear un bonito relato sobre la esencia del ser humano y los valores éticos . sin tocar el tema de la trascendencia se plantea el valor de la vida humana, que se cuestiona en la debilidad , supuesta a la vejez y el supuesto pragmatismo del grupo, que se ve “obligado “ por la situación extrema en la que se encuentra la tribu, a abandonar a su suerte a las ancianas..., La lección moral que estas devuelven a su gente, no tiene desperdicio...
Como despreciar a las personas por su edad, puede provocar que todo caiga de golpe
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FRASES DEL LIBRO LAS DOS ANCIANAS
Aquella noche las ancianas hicieron planes. Estuvieron de acuerdo en que no podían quedarse en el campamento de otoño, donde habían sido abandonadas, ya que no había animales suficientes para sobrevivir durante el largo invierno.
A lo lejos, en aquella tierra de aspecto sombrío, grupos de gente cubierta con pieles y cueros de animales se acurrucaban en torno a pequeñas hogueras. Sus rostros curtidos reflejaban la desesperación ante la perspectiva del hambre, y el futuro no auguraba días mejores.
