Twig siempre se ha sentido un leñotrol diferente. Por eso no se extraña cuando su madre le explica que en realidad no es uno de ello, sino que fue abandonado en el Bosque Profundo nada más nacer. Ha llegado el momento de seguir su camino y abandonar a los leñotrols paro, antes de irse, su madre le da un único consejo: nunca debe abandonar el sendero. El problema es que Twig, como es un soñador distraído, se aparta del camino a las primeras de cambio...