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TERROR, POLICIAL Y SUSPENSO

LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO

MARIANA ENRIQUEZ

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8,1

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Sinopsis de LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO

Once cuentos que siguen las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando así en el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror hondo. El mundo de Mariana Enriquez no tiene por qué ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insólita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza. Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados...

84 reseñas sobre el libro LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO

Me gustó pero no me encantó, aún así sin duda alguna es un libro que recomendaría leer, en especial para los amantes del género ya que tiene aspectos muy propios del terror clásico, además las historias son muy variadas y siento que son del tipo que cada lector vive y siente de manera muy diferente. - Lo que me gustó: El libro tiene una muy buena mezcla entre realidad y ficción, todos los cuentos se desarrollan en la cotidianidad del pueblo argentino, resaltando sus costumbres y creencias, llegando a un punto en el cual dicha mezcla confunde y genera pavor pensar que quizá lo que se está leyendo es real. Rescato la variedad de temas en cada historia; adicciones, rituales, feminismo, maltrato infantil, asesinato, tortura, santería, brujería son algunos de los que logré identificar. - Lo que no me gustó: La mayoría de historias tienen final abierto o simplemente carecen de final, es una característica muy común cuando se lee un libro de relatos, en lo personal me cuesta este formato, suelo ser un lector tradicional que necesita un final para la historia, me frustra un poco quedar a medias y en puntos suspensivos. Mi historia favorita y la única a la cual le daría 5 estrellas es La Casa de Adela. Tremenda, brutal, cruel y horrorosa. Las historias son cortas y se dejan leer fácilmente. Considero es un libro que deberían tener en cuenta y del cual vale la pena construir su propia opinión.


Había escuchado que este compilado de relatos de Mariana Enríquez era excelente y que literalmente "un relato era mejor que otro". Es mi primer libro de esta autora y realmente creo es la mejor descripción que puede hacerse...Por lo general, los libros de relatos tienen subidas y bajadas pero creo que este es pura subida. 🚀 🙌La autora genera un clima que pocas veces vi en literatura y lo que me resulta más valioso, no se queda en el terror o el suspenso per se, sino que lo trabaja en temas que para los argentinos son tema de debate constante...lo cual nos hace quedar pésimo como país pero que me parece brillante que se lleven a la crítica a través de la literatura actual. 🙌 Hace reflexionar sobre tantas cosas que sería imposible ponerlas en una sola reseña, pero creo que tanto la corrupción como las enfermedades mentales, como el suicidio adolescente y la violencia de género son de las más profundas y los relatos que tocsn rsos temas me dejaron sin reacción. El manejo del terror en lo cotidiano, en personas y situaciones reales me parece una vuelta de tuerca sumamente innovadora. Sin duda una autora para seguir leyendo.


Debo reconocer que cada vez me gusta más leer libros de relatos cortos, y si son tan entretenidos, tan bien desarrollados como los que escribe esta autora argentina, voy a tener la costumbre, buena o mala, de aficionarme más a ellos. Además, creo que debe ser la primera o segunda vez que leo un libro de relatos sin pausas, como si se tratara de una novela. Y es que estos relatos enganchan mucho a un no parar. Mariana Enríquez sabe cómo sacarle partido a sus relatos, haciendo que de un argumento con toda la pinta de crudeza, drama o terror, tenga un realismo tal, que todo lo que nos cuenta, pueda estar sucediendo en la esquina de nuestra calle. Ni siquiera sabría decir cuál de los doce relatos me gustó más, pero por solo mencionar dos diría que “El chico sucio” y “Tela de araña” son geniales, pero sin duda que el resto están a la altura. Otro punto que me ha gustado mucho es como narra las historias. Con frases casi siempre cortas, y sobre todo tal y como se habla en Argentina, es decir, sin darle medias vueltas al idioma y dejándose de formalismos lingüísticos. Sin duda que voy seguir leyendo a esta mujer, ya sean relatos o novelas.


Tan terrorífico como la vida real. Los monstruos dentro de las personas, de la sociedad. Quedé muy impactada con este libro. Creo que me va a costar dormir. Escrito de manera EXCELENTE.


Me resultó imposible leer de corrido de este libro. Aunque se lee rápido por lo inquieta /incómoda que te pone, cada relato me pidió su tiempo. La autora logra hacerte sentir el terror, pero de la mano de la angustia. Una angustia poderosa que viene de la mano de las escenas tan tan reales que describe, escenas de crónica periodística, episodios de la vida diaria que a más de uno nos ha tocado vivir, habitar o vivenciar, y se te hace imposible no remontarte a eso. Cada relato de este libro te pide su tiempo, necesitan ser asimilados. Conocí a la autora con este libro y puedo decir que Mariana Enríquez, al igual que sus cuentos, es una autora que no se te olvidará.


El fin de semana leí un cuento en el que las mujeres comenzaban a prenderse fuego por voluntad propia. Se llama Las cosas que perdimos en el fuego y está en el libro homónimo de Mariana Enriquez. Si los hombres nos quieren quemadas, pensaban, entonces vamos a instalar un nuevo tipo de belleza: el de la mujer deformada, ultrajada, violentada, colmada de cicatrices. Van a tener que acostarse sólo con mujeres así. Hoy a la mañana me levanté, y mientras tomaba unos mates prendí el noticiero. Escuché el caso de Gina Certona, una chica de 20 años cuyo novio le había prendido fuego el 80% del cuerpo. La había desnudado y rociado con alcohol, y luego le había dejado las secuelas de su locura para siempre. Ella, como ocurre en la mayoría de estos casos, ya había denunciado los acosos a los que este tipo la sometía, pero su pedido de ayuda había quedado así, volando entre la indiferencia y la complicidad. Recordé el libro que acababa de leer. Me acordé que cuando lo terminé, había pensado: qué forma más rara encontró la autora para mostrar la violencia de género. Describía en sus páginas a las mujeres que, quemadas por elección, iban a tomar café a bares, hojeaban revistas con sus dedos chamuscados, y eran felices así, orgullosas de compartir su deformidad con otras mujeres. Una forma exagerada, pero poética, de adueñarse de sus cuerpos, de decir: vos no me vas a prender fuego a mi, no sos dueño ni de mi piel ni de mi figura, y me adelanto a la barbarie y me zambullo en una fogata a la vista de todos. Era aventurado y de ficción, seguro. ¿Pero no es de ficción, acaso, que haya hombres que prenden fuego mujeres? La reacción contra eso tiene que ser, concluía hoy, también una locura. Lo lindo del texto, creo, es que mostraba que ninguna está exenta de esa violencia. Y que ninguna mujer debe sentirse sola, ni observada, ni señalada. La vergüenza debería estar no en nuestra piel, sino en la piel de los que se creen con derecho a lastimarnos. Y ésa tiene que ser nuestra meta.


Con esta colección de relatos cortos, Mariana Enríquez pasa al top de mi lista de autores favoritos. El terror no es un género que elija con facilidad, pero después de leer su novela "Nuestra parte de noche" me metí de lleno a "Las cosas que perdimos en el fuego", una colección de 11 relatos cortos, dónde no hubo pierde. Unos me gustaron más que otros, como "El patio del vecino", "Aguas negras" y claro, el que le da título al libro "Las cosas que perdimos en el fuego" que debo decir, me impactó de forma particular, por el simbolismo y por que asusta pensar que realmente podría pasar. Mariana Enriquez, no solamente utiliza lo paranormal para causar terror, de hecho los que más me asustaron fueron los que juegan con la realidad, con la condición humana y la fragilidad de la cordura. Mi calificación es 4.5 porque sentí que algunos relatos tenían un cierre muy brusco, o de los que necesitaba saber más, cualquiera de ellos da para un libro completo.


No me gusta el terror. Pero este libro de cuentos me atrapó. En especial por la proximidad de los universos que relata... A veces la realidad es tan cruda que no necesita de la fantasía para espantar. ¿Si tuve miedo? Sí... Es mi primer libro leído de Mariana Enríquez y no sé si los demás serán tan siniestros, pero quiero seguir descubriendo a esta escritora. Ah, como en toda antología, unos cuentos son mejores que otros...


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