Ambientada entre 1924 y 1939. Es un retrato del Madrid popular bajo la mirada del protagonista Agustín Alfaro, descendiente de una familia segoviana. Además de ser un recorrido por las gentes de la capital española, la novela nos pasea por Zaragoza y Barcelona a través de un realismo sin adornos. Con un particular sentido del humor, el autor se muestra firme ante una burguesía timorata que era la culpable de los males que padecía España a comienzos del siglo XX.