La conquista de Asia es la siguiente hazaña que se propone Alejandro. En Anatolia corta el nudo gordiano: dicen que quien lo deshaga dominará el confín del mundo. Finalmente, él y sus hombres derrotan al poderoso Darío, rey de los persas. Así, las tropas victoriosas de Alejandro avanzan hasta Egipto, donde el oráculo de Amón le revela su origen divino, su destino de gloria inmortal.
LAS ARENAS DE AMON (ALEXANDROS #2) Dándole continuidad a la segunda entrega de las aventuras de conquista del Monarca Universal, la historia sigue siendo contada de forma muy particular por el autor Italiano Massimo Manfredi, quien se preocupa en todo momento por mantener una pulcra visión de su protagonista como un héroe, evitando que el lector vea TODO LO NEGATIVO que se conoce de este. Por otro lado, en este tomo se muestra una bastante mejoría en la estructura de la escritura que su antecesor, con una electrizante narración que no te deja soltar el libro, siendo bastante fácil de leer y logrando transportarte al lugar de los hechos como si ocurriera en este preciso momento. Sin embargo, continúan las incongruencias en base a la historia, apegándose más a la ficción y omitiendo las fechas, que tan importante son en el contexto histórico, respecto a eventos importantes, lo que nos resulta un tanto tedioso para seguir el rigor histórico. Algo que me ha causado curiosidad es ver que a pesar de que en la portada se muestra una nave de guerra, las batallas navales son pasadas por alto, cuando las mismas fueron cruciales para el avance en las conquistas propuestas por el Rey Alejandro de Macedonia en Asia. Tampoco muestra detalle en las batallas sucedidas contra el Rey Darío, restándole importancia al poderío del imperio Persa. Asimismo, realza el protagonismo de Memnon, un mercenario griego que le dio “agua a beber” a Alejandro en el campo de batalla. Se muestran batallas encarnizadas, parte de las culturas, viajes exquisitos y en el aspecto romántico, no se queda atrás, a diferencia de la primera entrega. Finalmente, es necesario leer la primera novela, ya que el segundo libro comienza donde termina la primera. Recomendado para continuar con el viaje por los continentes, de la mano de Alejandro Magno.
La segunda entrega de la particular visión de manfredi sobre la vida de Alejandro mejora la anterior. En lo meramente histórico siguen habiendo cosas que no se ajustan a la realidad, evita la homosexualidad de nuestro protagonista, deja caer algo, como un suspiro en su relación con hefestion, ni rastro de bagoas... Tampoco en su conquista por Asia aparece demasiado Darío, solo en una batalla. Pero a nivel narrativo no tiene tacha, es francamente buena, y quizá el autor decidió estas licencias en beneficio de novela. Lo hace fácil, sigue con una prosa limpia, aveces casi musical, mezclando guerras, sangre, cielos estrellados, pintura, escultura, paisajismo... Sudor y arte, belleza y muerte en perfecta comunión, con una escritura armónica, equilbrada, casi imposible y con buen ritmo pese a la densidad. La complejidad del personaje es difícil de plasmar y pese a la huidiza apuesta hetero en su sexualidad, manfredi logra pintarnos a un Alejandro ambicioso, con dos pasiones claras, la guerra y la belleza y ambas en todo su amplio concepto. Para los estrategas el duelo con memnon es simplemente delicioso, la parte más bélica si, y la más inteligente también. Excelente continuación de una trilogía muy pero que muy bien escrita. Habrá que rematarla.
Me pareció una forma llevadera de acercarme a la historia de Alejandro Magno. Como hacen muchas novelas históricas, creo que idealiza de un modo algo infantil al protagonista. Pero es un libro simple y fácil de leer.
Segunda parte. Alejandro ya unificando Grecia bajo su mando, pone sus ojos en Asia. Se enfrenta a Dario, corta el nudo gordiano y se dirige al oráculo de Amón para ver que le depara el futuro. Es el libro mas interesante a mi humilde entender.
Segunda parte de la obra de Manfredi sobre la vida y aventuras de Alejandro. Ésta constituye quizá la más aventurera y entretenida de las tres, describiendo las batallas y vivencias del rey macedonio en su conquista del Imperio Persa, sin duda sus momentos más interesantes.
Este es el 2do libro de la primera saga que leí en mi vida. Los leí cuando tenía 10 años y fueron los primeros libros "no infantiles" que disfruté por mi cuenta. Si bien Harry Potter marcó un antes y un después, Alexandros comenzó a sembrar el interés por la lectura.
Gran segunda parte de la trilogía de Alejandro Magno. Lectura exquisita, muy bien escrita y que sigue en la línea de crear una gran trilogía.
El segundo libro me deslumbró como el primero. Tiene todo: aventuras, romance, crueldad, lealtad, traición. Es un cóctel perfecto. Quién pudiera ser Manfredi para cautivar a los lectores con su pluma. Alejandro sigue con su periplo, acompañado por el fiel Bucéfalo y su grupo de leales amigos, a los que describe como "más que hermanos": Calístenes, Parmenión, Tolomeo, Seleuco, Leonato, Crátero, Pérdicas, Filotas, Hefestión, Lisímaco y su secretario, Eumenes. Alejandro tiene por meta adueñarse del mundo y se lanza con brío a conquistar Asia, a derrotar a los persas, a buscar la gloria... En esta novela aparece como figura descollante Memnón, el temible mercenario griego que trabaja para los persas y encontramos la figura de Barsine, su bellísima mujer, que enamora a Alejandro. Nuestro protagonista es adoptado por Ada, la reina de Caria, que vivía marginada en una fortaleza y lo declara su sucesor, con gran pompa y despliegue. Alejandro es Aquiles, Alejandro corta el nudo gordiano, Alejandro es herido y sufre lo indecible, no hay un centímetro de su cuerpo que no tenga una herida, Alejandro se enfrenta con las huestes del Gran Rey Darío, Alejandro es INVENCIBLE.. . Y luego de tanta batalla, muerte y destrucción, sólo resta gritar: "Alalalái!"
Y de repente un trueno desgarró el pesado aire... era el trueno de Queronea, el enorme tambor escondido entre los olivos, hizo oir su voz.
Vuelve a mi lado, esposo dulcisimo, héroe radiante. Vuelve a mi lado porque todas las riquezas del mundo no valen lo que un solo instante entre tus brazos.