El laicismo tiene mala prensa. Se le asocia injustamente al totalitaristmo y al relativismo. El laicismo postula un modelo que es hoy minoritario en un mundo abicado al choque entre dos fundamentalismos, al conflictito entre dos visiones extemas de la religión. Para sobrevivir, el laicismo tiene que demostrar que es posible vivir juntos y que es factible evitar el choque de civilizaciones.