Aunque el debate sobre la despenalización de la eutanasia vuelve a estar de actualidad, es un hecho que nadie quiere morir. Si algo une a los seres vivos es el instinto o la voluntad de conservar la vida. Pero tambien es cierto que, junto a la voluntad de vivir, existe el temor a tener que vivir en malas condiciones. Los avances de la ciencia y de las tecnologías alargan las expectativas de vida, pero no siempre consiguen paliar el sufrimiento, evitar la dependencia y la falta de sentido. Si la dignidad es la característica esencial del ser humano, la voluntad de vivir ha de ir unida a la de vivir dignamente. Afrontarla muerte como una opción libre no es oponoerse al valor indiscutible de la vida, sino a negarse a someterse sin más a todas las posibilidades que ofrece la biotecnología.
Tema delicado he tratado con mucha abundancia en la literatura médica y jurídica así como en aspectos filosóficos y éticos. La obra está muy bien llevada marca una distinción Clara en lo que debiera ser la ética de principios y la ética casuística, elementos que sirven para tomar decisiones en casos muy puntuales y particulares