Vender en el entorno actual sigue cambiando sustancialmente. La competitividad es muy fuerte, muchos productos tienen una técnica precisa, los vendedores de hoy han de tener una mente imaginativa y creadora para poder competir eficazmente con las otras muchas empresas que persiguen a los mismos clientes. Los vendedores deben centrarse en las necesidades del comprador, a la vez que reconocen sus importantes responsabilidades hacia la empresa, la sociedad y su familia. Con todo ello supone una carga pesada, pero también proporciona grandes satisfacciones personales.