LA URUGUAYA

Hace una semana que me vengo portando bien. Pues se terminó lo que se daba.😎 hora de ser malota (esto de hacerme la carmelita descalza no se me da tan bien). "La uruguaya" me decepcionó bastante. Esperaba encontrar un relato con una gran carga emocional que narrara una crisis matrimonial y/o existencial y si bien estos elementos están, lo cierto es que termina desviándose hacia un lugar bastante común en la ficción Argentina. Y aunque fue un tópico interesante y bastante pintoresco en su momento, para esta altura ya está demasiado usado y vuelve al libro totalmente predecible (no puedo explicar que es sin spoilear). Ahora lo que en verdad se transformó en un abismo insalvable entre Mairal y yo, fue la forma en la que está escrito. El autor intenta brindar un libro cálido, en el que el lector se sienta como en casa. El tema es que su "como en casa" consiste en hacer un abuso flagrante de las "malas palabras". ✋ Señor juez, que conste en acta, no es yo sea precisamente una fundamentalista de la corrección y la delicadeza. Ni cerca. Pero considero que el recurso de este tipo de terminos debe ser muy bien pensado, justificado y medido. Si uno se excede, corre el riesgo de volverse vulgar, que es exactamente lo que le pasa a Mairal. Si este muchacho en plena escena de sexo en vez de escribir " le tocó apasionadamente los pechos", pone " le estrujó las tetas", en lugar de emocionarme y sonrojarme, pongo una mueca de desagrado al grito de: " es un ordinario". Lo preocupante es que no se reduce sólo a las escenas de sexo, sino que se repite en todo el libro. Es mas, Mairal parece tener una necesidad irrefrenable de hablar de su pene una y otra vez. Pero obbbbbvio, como se quiere hacer el popular, no dice " pene". No señor. "Pija"...está todo el maldito libro diciendo " la pija esto, la pija lo otro..." DIOOOOOSSSS!!! Cada vez que veía esas malditas cuatro letras me sangraban los ojos. A lo último sólo quería que se le cayera así dejaba a su pene un poco en paz ( 😑 y no Mairal, seré una negrita bruta pero me niego categoricamente a decir " pija"). Pues tal vez me aventure con otro libro de Mairal, solo para ver si se equivocó en este o es un ordinario siempre.⁷

¿Por qué me gustó tanto esta novela?👏✨ Es difícil ser objetiva cuando la historia te llega tanto. Cuando hay cosas que se narran que parecen sacadas de tu propia vida. Por eso aclaro que no voy a ser poco objetiva😄 Sin duda el eje de esta novela es la infidelidad. En la Uruguaya el narrador escribe en primera persona contándole a su mujer lo que siente todos los días con ella y su hijo de pocos años: la rutina, la falta de deseo y el hastío que parecieran despertarse mutuamente. Puede generar cierta incomodidad y hasta rechazo en un primer momento, pero con el correr de las páginas se va empatizando con él (jamás creí que lo podía pensar, pero sí) Lucas, realiza un viaje a Uruguary y allí conoce a Guerra, la Uruguaya, y ella (bastante menor que él) será quien haga que él se replante su vida, y se redescubra completamente. La uruguaya es puro misterio y hasta el final mantiene esa aura enigmatica dónde Lucas, teniendo todas las fichas del rompecabezas, no quiere armarlo. -Entre paréntesis, el que nunca fingió demencia por enamoramiento que tire la primera piedra-🙉🙈 Con feos ojos podemos ver una infidelidad romantizada por la literatura, con buenos, una situación casi inevitable que si sucede en ambos casos, puede enfrentarse de manera madura y superarse como un acontecimiento más en nuestras vidas. Un autor que me sorprendió muchísimo. Un relato breve que te devorás sin parar. Engancha la trama y se destacan algunos guiños irónicos del autor que me parecen muy originales y muy argentos. Desfinitivamente recomendado Mairal👏

A medida que avanzaba la historia, crecía el rechazo por su protagonista. Lucas es tan desagradable. La forma en que el autor nos comparte sus pensamientos de forma casi epistolar (dirigida a su esposa), con descripciones tan crudas, me indignaba. Pero a la vez me sentía más intrigada por saber que iba a pasar, como iba a terminar, que pasaría con Guerra, con Cata. El vocabulario tan porteño lo hizo cercano. Creo que cae demaciado en lo sexual. Me gusto? Si. Me encantó? No.

Lucas Pereyra es un argentino de edad promedio que atraviesa por una crisis conyugal, hace un viaje a Uruguay para recibir un dinero que le va a permitir trabajar en unos compromisos ya adquiridos y saldar algunas deudas; pero no es el único motivo que le anima a viajar, puesto que ha estado pensando en una mujer que conoció en su viaje anterior, el tener comunicación con ella le motiva a serle infiel a su pareja. Pero, una cosa es lo que piensa el burro y otra el que lo enjalma, Pereyra hace su diligencia y se encuentra con la uruguaya; surgen eventos inesperados que le dan un giro tremendo a su vida, dividiéndola en un antes y un después. Realmente, no pensé que la historia fuera a tomar este rumbo, sin embargo debo aceptar que esperaba más.

Estoy cansado de las historias donde los protagonistas son escritores también, me parece un poco egocéntrico. Las descripciones de situaciones, sentimientos y sensaciones del autor son impecables. La historia es buena. Encuentro innecesaria y hasta aburrida la alusión constante al sexo.

La leí de un tirón. Me gusto. Me resultó fresca y muy representativa de un cierto serctor social y época de la argentina, precisamente el cepo al dólar durante el gobierno de Cristina Kirchner. No se si podrá ser disfrutada de igual forma por lectores de otras nacionalidades, creo que perdería todo lo que para mi tuvo de interesante. Si sos argentino principalmente, clase media arañando, en tus 40 y viviste el cepo, te la súper recomiendo. Si no es así ... no sabría decirles ....

Me gustó mucho la novela. Se lee rápido, es ágil. Refleja muy bien la época vivida en Argentina en la época de cepo al dolar. Muestra esa similitud (y a la vez sútil diferencias) entre argentinos y uruguayos. La primera aproximación a la obra de Mairal fue una experiencia agradable y positiva.

Mairal escribe bien pero... Al principio me gustó porque usa un lenguaje sencillo y cercano. Un puro argentino. En el primer capítulo hasta me cayó bien Lucas, el personaje principal. Estaba frustrado y no podía resolver los problemas con Catalina, su esposa. A partir del segundo capítulo me empezó a caer mal y perdí la empatía con él. Lucas es el típico cuarentón que se sigue creyendo adolescente. Evade sus responsabilidades. Todo el tiempo está justificando sus acciones. La mayoría de las veces lo hace echándole la culpa a Catalina de lo que él tiene en mente hacer. Creo que Mairal utiliza la justificación para crear empatía con el lector y que su personaje, Lucas quedé como víctima de sus instintos. Lucas es un tipo pedante, inmaduro, egoísta y, personalmente súper aburrido. El personaje de la uruguaya está poco desarrollado o casi nada, diría. Los diálogos para nada profundos son burdos. El final estaba cantado casi desde el comienzo de la historia y bastante forzoso. Al menos, me dio esa sensación. Lo bueno de la novela fue la referencia a Zitarrosa y a Tiranos temblad que, por cierto, los pueden ver en Youtube y son muy divertidos los vídeos.