Eureka y Ander deberán evitar la destrucción del mundo, pero ¿qué son capaces de sacrificar para conseguirlo?Con el destino del mundo en sus manos, Eureka debe renunciar a todo...¿Podrá renunciar al amor?
Es un libro muy fácil de leer pero que no logra atraparte, no se si sea por las actitudes sin sentido y forzadas que tienen algunos personajes, por los constantes recuerdos aburridos que tiene la protagonista o por las historias de amor que no se terminan de desarrollar. Tenía la saga pendiente hace mucho y me alegra haberla terminado.
No se si sea porque cuando leía el libro me dormía o que desde el libro 1 que también me dormía no presté atención o que fue lo que pasó pero no me atrapó ni entendí nada. Desde un principio no entendía muchos de los escenarios, no me los podía imaginar, no lograba concebirlos, la historia en sí no me atrapó ni le entendí. El final, inesperado porque al final de cuentas no es un final feliz se podría decir, o al menos no como uno espera. De romance casi no tiene nada =( pero al final de cuentas es un libro tal vez sea yo la que no supo leerlo bien jeje
Es un libro que, a nivel personal, me gustó más su primera parte. Sin embargo no descarto el desarrollo y final que se le da a esta duologia, pues llega a ser atrapante y en este segundo libro el personaje de Eureka obtiene una madurez, sadismo y desempeño mucho más notorios que brindan al personaje un nuevo aire.
Cuando quien eres cambia todo el tiempo, lo único que tienes es tu nombre.
Tienes sentido dónde lo imposible es posible. Tú eres una de esas cosas imposibles.
El amor es un trayecto interminable por una carretera sinuosa. No lo ves todo de la otra persona a la vez.
—Todo el mundo tiene una debilidad. —¿Y cuál es la mía? La ingenuidad. —respodió Eureka—. No sabes lo que saben todas las chicas, de New Ideria a Vladivostok: nosotras somos las malas. Los tíos nunca tenéis ninguna posibilidad.
Siempre había querido eso, escapar de una identidad fija, tener la oportunidad de ser varias cosas a la vez
Quizás la magia fuera eso: mirar en la oscuridad y ver una luz que no se hallaba en la mayoría de las personas.