La obra cuenta con narraciones breves y sencillas a veces, de la lengua hispana, el autor crea mundos inadvertidos de inefables personajes, insólitas relaciones, todo un universo de fantasías y realidades que convergen y se unen en cada carácter de sus personajes que se mueven dentro de la ternura sin debilidades, sus personajes son humildes, pensionistas, sirvientes, habitantes de casas solitarias, fantasmas y mendigos, que se retratan a sí mismos con la gracia de un humor fraternal o con la ironía sin malicia, sin fealdad y sin sátira de un espía sonriente y cálido pero a la vez comprensivo.
Habitábamos aún la trastienda, donde apenas si con mucha dificultad podíamos movernos entre los muñecos. Allí había nacido yo, que así, aunque hijo legítimo de honestos padres, podía considerarme fruto de amores de trastienda, como suelen ser los héroes de cuentos picarescos.