Dos historias, la relación amorosa de Varguitas; y Pedro Camacho en la misma emisora que Varguitas trabaja. La noble pasión amorosa entre la tía Julia y el aprendiz de novelista, que la sociedad limeña de los años cincuenta trata por todos los medios de impedir, se combina en esta novela de Vargas Llosa con las narraciones truculentas del folletinista de las ondas. El contrapunto de una encendida pasión con aires shakesperianos y su correlato melodramático y la inesperada confluencia del devoto de la alta literatura y el escribidor rastrero son algunas claves de esta narración mayor de Mario Vargas Llosa. La tía Julia y el escribidor reúne el interés de los relatos de aventuras,donde la atención del lector queda sujeta a un final feliz continuamente postergado, y el más desternillante y grotesco pasatiempo, gracias sin duda a las divertidas aportaciones del escribidor Camacho. uno de los grandes personajes del novelista peruano.
Después de dos intentos fallidos (con Pantaleón y las visitadoras y Tiempos recios), al fin pude terminar un libro de este autor. En esta autoficción relata, de manera novelada, el vínculo amoroso con la tía del título y lo hace en un tono entre melodramático y romántico. Eso en los capítulos impares. En los pares, hay historias breves a los que él llama episodios, que se asemejan a libretos de radionovelas y que a mí me parecieron cuentos y, como me pasa con ese género, los sentí inacabados y sin remate. Un punto a favor: el gran dominio del idioma y el arte de convertir pequeñas anécdotas en textos de dos páginas. Al finalizar saqué dos conclusiones: 1)hasta ahora y salvo Gabo, los Premios Nobel me resultan aburridos y 2)el tiempo que tardo en leer un libro es inversamente proporcional al placer que me provoca. PD: me llevo un mes leer este :(
La peculiaridad de este libro radica en las historias alternas de la radionovela, la verdad me gusto mucho la historia del novelista, más que la de “varguitas”, aunque no se puede dejar de lado la emotividad de un amor no aceptado por la sociedad
~ La Tía Julia y el Escribidor~ Mario Vargas Llosa, escribió esta novela autobiográfica en 1977 aunque, no fue hasta el 2010 que le concedieron el Premio Nobel de Literatura, por la misma. La historia transcurre en el Perú natal del escritor y, nos cuenta cómo, siendo un estudiante de Derecho de apenas dieciocho años y, trabajando a la vez en la Radio Panamericana con el fin de ganarse unos soles, (el sol es la moneda de Perú), "Varguitas", se enamora de la que sería su primera esposa, su tía Julia Urquidi, divorciada y con la que se llevaba más de diez años de edad. La novela va alternando el romance del autor con los imposibles y disparatados radioteatros del boliviano Pedro Camacho, colaborador de Radio Panamericana, con el que Varguitas llega a trabar amistad. Estos pintorescos radioteatros, son sin lugar a dudas, lo mejor y más divertido del libro. Es una lectura ágil y bastante entretenida que, he disfrutado y leído del tirón. "Pero casarme a los dieciocho años, siendo un mocoso, un estudiante, con una mujer hecha y derecha y divorciada era una insensatez incalculable..." Puntuación 7'5/10
Una historia de verdadero romanticismo latinoamericano. En ella, el protagonista, un joven Vargas Llosa, que trabaja en un periódico y que estudia derecho, se enamora de su tía política, una hermosa mujer mucho mayor que él, en el desarrollo, seremos testigos del proceso de conquista, de la superación de los obstáculos sociales que impiden el romance y de la formación de un jovencito en un diestro escritor que demostró, desde siempre, ser un apasionado por las letras y las mujeres. A la par, se cuenta la historia del escribidor, un peculiar hombrecito con un gran talento para escribir y una personalidad parca y soberbia. En general, una historia romántica, emocionante y cómica contada al mejor estilo del nobel peruano: una gran capacidad de escritura, un humor irreverente y una pasión por el amor similar a las grandes obras universales sobre este fuerte sentimiento.
De esta novela se podrían extraer numerables ideas para otras mas. Es interesante como surgen de manera bastante creativa todo ese cumulo de historias cosechadas del talento y genialidad de "el escribidor" (Vargas Llosa). Al final, el amalgamamiento desordenado (sin dejar de ser fascinante) de dichas historias, permite percibir, y hasta entender, la frustración del talentoso escritor de radio-teatros en su afán de hacer trascender su expresión artística y dar ejemplo de una verdadera dedicación hacia aquello para lo que creemos que hemos nacido.
"Hablaba demasiado en serio y me di cuenta que apenas parecía notar que yo seguía allí;era de esos hombres que no admiten interlocutores sino oyentes. "
"La negativa de Sarita a ser su esposa e incluso a dejarse besar empujaron clásicamente a Joaquín a las cantinas. En poco tiempo, pasó de romántico que ahoga penas en whisky a alcohólico irredento que puede apagar su africana sed con kerosene"