LA SOCIEDAD DE LA NIEVE: LA LUCHA POR LA VIDA DE LOS 16 SUPERVIVI ENTES DE LOS ANDES

He leído el libro a raíz de la película, como imagino que ha hecho mucha gente, y lo recomiendo totalmente. Es un relato honesto sobre lo que pasó en los Andes. Contiene el testimonio de los 16 supervivientes y cómo cada uno afrontó lo mejor que pudo y supo aquella terrible experiencia.

Es uno de los testimonios más espectaculares que he leído. Vale mucho la pena hacerlo. Es realmente conmovedor e impactante lo que tuvieron que vivir para sobrevivir.

Me encanto, saber que es una historia que paso en la realidad, pase llorando todo el libro, los sentimientos que transmite y las preguntas que te hace hacerte a ti mismo, la vida antes y después que tuvieron, como ellos percibieron la vida con el accidente, como el último sobreviviente hizo que Roberto y Nando empezaran la última expedición, no solo por ellos si no que por sus amigos, y por los que ya no están, me encanto

Hay libros testimoniales como la Sociedad de la Nieve que, no pueden ser valorados como una obra literaria común. Estos no hablan de tierras lejanas, amores desesperados o utopías futuras. Estos libros nos cuentan historias de lucha, solidaridad, amor, etcétera, destinados a alojarse en algún lugar del corazón. Dichas historias o testimonios, se mueven bajo nuestra piel como si fueran gusanos, buscan herir, sin proponérselo y mover nuestra empatía hacia los protagonistas. Tuve referencia de esta historia en particular siendo muy niño. La portada decía: ¡Milagro!, y sí, de un milagro se trata, pero no de la supervivencia física, sino de aquella destinada a rescatar a seres humanos de la locura, del infierno helado que se anidaba en sus mentes y corazones. Los supervivientes de los Andes han aterrizado en las salas cinematográficas, para unos, resulta una nueva historia de horror, para otros, objeto de análisis cutre, en el que buscan adecuarla a los tiempos actuales de una nueva generación progre. Vale la pena leer el libro, evitando pasar primero por las salas de cine, identificar a cada uno de los dieciséis, metiéndose en su piel, en sus mentes, imaginar la soledad de una maravilla natural engañosa: Los Andes.

¡Qué libro más espectacular! La película no la he visto porque soy más de leer el libro que de ver la película basada en el libro (aunque esta la veré porque Bayona nunca defrauda y sé que merecerá la pena). El libro es un volcán de emociones, nos enseña de una tacada todo lo que infinidad de libros de motivación o de autoayuda no consiguen enseñarnos nunca. La experiencia que vivieron los sobrevivientes es de una brutalidad tremenda. Se puede sentir en su lectura la importancia de la vida en sí misma, despojada de lo material. La vida es un momento y de nada vale pensar en el pasado o en el futuro. En esa experiencia que les tocó vivir aparece la esencia máxima de la persona, el ser, el sentido del compañerismo, la importancia de los abrazos, de sentir el aliento del prójimo, de no desfallecer, de seguir teniendo sueños en las situaciones más penosas. Se ve claramente que lo material es lo menos importante de la vida. El deseo de seguir viviendo para volver a ver a seres queridos, por honrar los muertos, la lucha infinita y el amor. Es un libro brutal, me ha emocionado muchísimo. Y enseña mucho a todos los niveles. Recomiendo su lectura al máximo.

El mejor libro sobre la tragedia de Los Andes.

Uno de los mejores libros que leí

La sociedad de la nieve, de Pablo Vierci. En este libro se reúnen los testimonios de los dieciséis sobrevivientes de la tragedia de los Andes y se va reconstruyendo el accidente desde los días previos hasta la actualidad, porque si en algo coinciden todos ellos es que parte de ellos aún se encuentra en la montaña. Y esto no es malo, pese a lo que podríamos pensar. Todos ellos han tenido muchos años para pensar en lo ocurrido y para muchos la montaña sigue siendo el desafío, el obstáculo a salvar día con día. Conocemos el accidente, sabemos desde siempre todos los detalles escabrosos. Hay películas y documentales y muchos libros donde intentan aproximarnos a esa experiencia. Pero tienen razón: es imposible que podamos comprenderlos, imaginar lo que vivieron y sintieron. El frío, el miedo, el dolor de ver morir a amigos, el hambre, el dolor de quienes estaban heridos, la impotencia... Estar allí cuando escucharon por radio que habían dejado de buscarlos, cuando al décimo día se dieron cuenta de que se morían si simplemente se quedaban esperando ayuda, porque nadie vendría, porque los mataba el hambre. Y deciden comer de los cuerpos, se comprometen no a sacrificarse si les toca morir, sino a ser parte de la salvación de quienes continúen con vida. Es muy conmovedor el encuentro de coincidencias, de temores, de premoniciones que muchos tuvieron antes de subir al avión, de todo lo que les tocó vivir la primera noche y cuando llegó el alud y murieron más. Las expediciones que realizaron antes de la definitiva, las setenta y dos noches, como dice Nando Parrado, que estuvieron allí luchando para no bajar los brazos, la vuelta a la sociedad, el encuentro con quienes amaban y los familiares de quienes no volvieron... El año pasado escuché a Roberto Canessa en la presentación de su libro (Tenía que sobrevivir) y la sensación que me produjo entonces y la que me dejó esta lectura es la misma: quizás ellos no sean héroes, porque no les gusta verse así, pero sin duda son hombres que han demostrado la grandeza de la que pueden ser capaces algunos ante lo terrible. Un libro conmovedor, iluminador.