LA SEÑORA DALLOWAY

Aunque con una narrativa compleja, que procede en forma fragmentaria hurgando en el interior de los personajes, esta novela sí consigue dar un retrato fidedigno de la última parte de la época victoriana en Inglaterra, con sus modas y modismos y todo el estilo de la aristocracia inglesa.

Si James Joyce publicó 'Ulises' en 1922, novela que relata un solo día en la vida de un hombre ordinario, en Dublín. Woolf hace lo mismo en 1925, pero elige a una mujer, como protagonista, y la sitúa en Londres. Es una novela que carece esencialmente de trama; la acción que hay tiene lugar principalmente en la conciencia de los personajes. Y explora el comportamiento del ser humano y su complejo mundo interior.  La obra aborda la cuestión de la sensibilidad femenina, mostrándola mediante una realidad reinventada en la que se expresa principalmente la idiosincrasia y la condición de la mujer.  La acción transcurre en la ciudad de Londres, a lo largo de un día del año 1923,  y nos sumerge en la rutina, pensamientos, conflictos y recuerdos de Clarissa Dalloway, una mujer de más de 50 años de edad que organiza una fiesta para la alta sociedad londinense. Paralelamente, la narración nos hace ingresar en la mente alterada de Septimus Warren Smith, un excombatiente de la Primera Guerra Mundial quien tiene que lidiar con voces y alucinaciones producto de su violenta experiencia en este conflicto bélico. A pesar de que Septimus y Clarissa son los protagonistas, la narradora también nos hace un recorrido vertiginoso por la conciencia de más de veinte personajes que van apareciendo durante el transcurso de un solo día de junio de 1923. Ciertamente, la mayor parte de la novela se desarrolla en la mente de los personajes más que en sus acciones.

Un día en la vida de Clarissa Dalloway, una mujer de sociedad inglesa, casada y con una hija. "Con una vida feliz y equilibrada", esta planeando realizar una fiesta para el recuentro de antiguos amigos. un día lleno de recuerdos y emociones. Es un texto un poco complicado de leer, va cambiando de narrador de personaje en personaje, por lo cual se debe leer con calma para no perder el hilo de la historia-

No resumo libros, y menos este. Suelo dejar aquí sensaciones, emociones generadas, reflexiones. Es como entrar en una ola y, sabiendo que podremos salir, dejarse ir girando en ingravidez en un lapso temporal que te aisla durante un rato de la realidad. Es leer lo que nadie a escrito (ni siquiera Faulkner, si Proust pero con más precisión, concreción) de un modo parecido a la poesía en prosa, cercano al monologo interior, hermano del existencialismo, pero mejor. Amor tardío, de madurez, se queda conmigo para siempre, para cuando aburrido de tanta información quiera volar, soñar, dejarme ir sin explicarme tanto, pero entendiendolo todo.

Me tomó bastante tiempo acabar este libro. Y es que no es fácil cuando se quiere entender al completo los pensamientos y frases que se plasman. Es agobiante si, confuso en algunos aspectos, puesto que a momentos no sabes quién te está hablando. Y es que Virginia Woolf nos plasmó en esta novela su dote de flujo de consciencia que salta de un personaje a otro. Y si no estás concentrado es muy fácil perderse. No es una novela que pueda ser leída de un tirón (pese a que no es extensa), debido a que exige al lector a conectar con todos los personajes que te hablan.

Con la cuestión de la preparación de una fiesta de sociedad, nos va contando la vida de la Señora Dalloway. Una señora que enamorada de su amigo Peter, decide no casarse con él que es un idealista sin dinero para vivir una vida más cómoda y segura. Lo interesante de esta obra es ver como la autora se mete en la mente de sus personajes y va desgranando sus pensamientos y sus sensibilidades. Hay que leerla muy atentamente porque continuamente va saltando tanto de narradores como de sucesos en el tiempo. Sin lugar a dudas es uno de los mejores libros que se han escrito por una de las mejores novelistas de todos los tiempos. Interesantísima novela

He de ser franca, esta novela ha sido dificil de leer y, no puedo negarlo, es un material que si vas a leer, para poder disfrutarlo, requiere de toda tu atención. Mi proceso de lectura fue extraño, pues podía leer 50 páginas de golpe para luego pasar una semana sin tocar el libro de nuevo. La narrativa de la maravillosa Virginia Woolf es intimidante, pues es diferente y profunda. La historia, que consiste en el relato de el día en el que Clarissa organiza una fietsa en su casa, no es lo importante en este libro, más bien, puede que la trama sea lo menos relevante, lo que de verdad importa en esta novela son los personajes y la narrativa en si, que solo se me ocurre para describirla compararla con el agua, es como un rio suave a veces y como un mar tormentoso después; los puntos de vista de los personajes no llevaban un ritmo específico, no existen los patrones, puedes estar leyendo un parrafo sobre los pensamientos de alguien, para que de repente pases a la opinión de otra persona sobre las flores del jardín, el ritmo no se detiene, pero tiene cambios repentinos a veces. La novela tiene como objeto central a los personajes, sobre todo la más protagónica, Clarissa, seguida por Septimus, Elizabeth, Peter, Richard y, ya hacia el final, dos personajes brillantes, Ellie Henderson y Sally. Sin embargo el libro explora la visión de todos los personajes que la historia rodea y cada uno, hasta el menos relevante e infrecuente, es una opinión y una representación del pensamiento cotidiano. Sin embargo, lo más destacable de este libro, es la interpretación de lo femenino en la socieda de los años 20, enfocándose más que en ninguna otra cosa en el deseo femenino, desde el deseo de la frivolidad hasta algo tan simple como el deseo de un matrimonio feliz, pasando por cada detalle con cada personaje, desde la envidia, la ira, el amor, hasta el anhelo. Mientras leía las últimas 20 páginas del libro (que se pueden describir como el climax, el punto más alto y esperado de la historia, cuando por fin la fiesta que se lleva planeando todo el día por el que la novela avanza por fin tiene lugar, desarrollo y culminación), la sensación de abrumamiento es un golpe. Demasiadas cosas al mismo tiempo, en un desorden organizado típico de una fiesta, con pensamientos de nuevos personajes y nuevos acontecimientos, el sentimiento de estar agradecida por haber leido este libro me abrumó mientras lo leía. Es una novela que recomiento infinitamente, sin embargo no es una lectura ligera, ni mucho menos, y espero que cuando la lean, lo tomen en cuenta.

Me costó empezarlo, primer libro leído de la autora, que belleza en la forma de escribir