LA SENDA DEL PERDEDOR

"La senda del perdedor" es un relato crudo, directo e irónico de la infancia y juventud de Charles Bukowski. Ambientada en los años 40, en la época de la Gran Depresión, en Estados Unidos. Obra amena, de fácil lectura, con un lenguaje soez. "Realismo Sucio" en su máxima expresión. Destaca la precisión, sobriedad y escasez de palabras para describir los hechos. Ya había leído a este autor. Con éste libro, he logrado comprender, como sus etapas iniciales lo marcaron. Me ha encantado como afronta la vida, con desvergüenza, seguro de sí mismo. Desde mi punto de vista, es un mecanismo de defensa para encubrir sus vulnerabilidades. Si te identificas con el autor, vale la pena darle una oportunidad para conocer sus obras.

Charles Bukowski nos sumerge de lleno en un universo de sordidez y cotidianeidad; nos introduce en la piel de quienes fueron rechazados y oprimidos, en el contexto histórico de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo una perspectiva antitética a la del sueño americano; nos hace espectadores de una infancia y una adolescencia gestadas por los maltratos y la ausencia de cariño; nos narra su primera novela autobiográfica. El título ya nos revela en gran parte lo que vamos a encontrar en sus páginas: tristeza, soledad, lobreguez. Pero Bukowski no exprimirá estos sentimientos con una escritura barroca y rebuscada; todo lo contrario, empleará el realismo sucio, donde prima el minimalismo y la sobriedad. En su narración abunda el estoicismo, la impasibilidad y la serenidad, haciendo que por momentos sea complicado conectar con Henry Chinaski, el protagonista. Sin embargo, hay parajes en los que las palabras no son necesarias y Bukowski es capaz de expresar sin pleonasmos ni ambages unas emociones realmente difíciles de plasmar. Me ha gustado bastante. Por momentos se me ha hecho algo lento por lo que he comentado con anterioridad, pero me queda un buen sabor de boca. Leeré más de Bukowski. 01/09/2022

Definitivamente Bukowski no es para mí. Había abandonado Mujeres y, por suerte, llegué rápidamente a La senda del perdedor. Este parece ser el corazón de la obra de Bukowski por dos motivos: porque relata su adolescencia que ayuda a interpretar todos sus otros escritos y porque muchos lo consideran la mejor obra de Charles Bukowski. No me gusta su prosa, que me parece repetitiva y hasta falta de creatividad. Es cierto, utiliza muchos relatos de alcohol, peleas, masturbaciones y hasta escatológicos, todos temas que no son mis preferidos. Pero, a mi juicio, abusa del recurso y se torna demasiado repetitivo. Sí me resultó interesante la descripción del lado B de Estados Unidos. La sensación de marginación que viven los que no son tan exitosos. Aunque, no deja de ser curioso que los "pobres" de Estados Unidos ya poseían, en 1940, casa, auto, terminaban la escuela e iban a la universidad. Todas características que pondrían a cualquier latinoamericano en la clase media o alta. Bukowski no es mi estilo.

Tal vez Bukowski pueda causar cierta animadversión, siempre ha sido una persona que ha dicho lo que pensaba y eso, para algunos, puede parecerle mal. Tal vez no haya sido el ejemplo a seguir como persona social, pero como escritor fue brillante y en 'La senda del perdedor' podrás seguir una parte de su autobiografía que va desde que tiene recuerdos hasta el inicio de la 2 Guerra Mundial. Una lectura marcada por la Gran Depresión y de su evolución dentro de una sociedad que a él no le gustaba o que a ella no le gustaba él. Su imposible relación con su padre, no tanto con su madre y con una familia marcada por la inmigración. Su difícil adaptación a un mundo educativo. Su atracción por las mujeres y las bebidas. Teniendo mucha más suerte en conseguir alcohol que sexo. Sus amistades, unas relaciones verdaderamente complicadas y raras, de pura supervivencia en algunas de ellas. Todo esto escrito con brillantez y dinamismo, con un lenguaje de la calle sin matices. Una excelente novela.

Si vas a comenzar a leer a Bukowski, este debe ser el primero. Sensacional, me identifiqué demasiado. Además es autobiográfico. Recomendado para tipos duros.

Si odias a bukowski por sucio y malhablado, este es el libro que te hará quererlo. Te hará llorar.

La senda del perdedor es una obra que considero que todo el mundo debería al menos intentar leer. Más allá de las capas que envuelven la vida de Chinaski hay en su fondo un sentido trascendente, hay un mensaje claro, que aunque quizás no sea explícito, rebosa en todas las páginas: el valor de la autenticidad. Chinaski sabe que no encaja en la sociedad, pero lejos de la mayoría, ha tenido el valor de asumirlo. No es algo fácil de llevar a cabo, de ahí que su testimonio sea tan valioso. La senda del perdedor, un chupito de whisky, varios chupitos de whisky. Un libro que arde, un libro que entra directo a las entrañas, y que cuando se termina deja una fuerte impresión, la embriaguez de la autenticidad.

Esta definitivamente es una lectura que comencé con mucho miedo, la realidad es que yo le temo a los clásicos sin importar época o autor. Para mi buena fortuna apenas en el primer capítulo ya me había enamorado de la narrativa del escritor, y mas aun ya me había reído con algunos de sus diálogos. A mi parecer este es un libro ideal para aquellos lectores que, como yo, tienen cierta resistencia a leer clásicos, los capítulos son breves, pero con información necesaria y precisa, lo que hace que el lector sienta que avanza rápidamente en la lectura, y eso fue algo que a mí me ayudó mucho a la hora de querer terminar el libro. Creo que para nadie es fácil leer biografías, por lo que me atrevo a asegurar que el punto fuerte de esta, es justamente su escritor, Charles Bukowski le imprimió un estilo único a este libro, su capacidad y habilidad para ver la vida a pesar de sus dificultades es realmente inspiradora. Cada capitulo te sumerge en una vida difícil, pero narrada con tal inteligencia, creatividad y comicidad que terminas afrontando que la vida no es fácil para nadie, pero que no ganas nada quejándote de ello. En conclusión, un excelente libro, definitivamente una de las mejores biografías que he leído, no por lo que cuenta, si no por la forma en que lo cuenta. Aunque claro que tengo que admitir que en los capítulos finales ya estaba perdiendo el interés por la lectura, por lo que agradezco que haya sido un libro de menos de 300 páginas. Esa es mi opinión, pero como siempre digo: lean el libro y juzguen ustedes mismos.