LA SENDA DEL PERDEDOR

Hace tiempo que quería leer otro libro de Bukowski, porque quería algo crudo, algo sincero, contado y narrado desde el corazón, sin tapujos, sin miedo. Había leído “mujeres”, libro en el cual Henry Chinaski también era el protagonista, por lo que me pareció adecuado conocer sobre los orígenes de ese personaje tan sórdido, tan complejo, pero tan humano. La senda del perdedor trata precisamente sobre los orígenes del Chinaski, las razones por las cuales es como es. Se dice que es un libro autobiográfico, pero pienso que debe de tener algo de ficción, porque, de no ser así, qué realidad tan dura la que le tocó vivir. Permite comprender las razones por las cuales su escritura es punzante, de una persona que, desde niño, ha sido parte de la violencia. Muestra a un padre abusador que pretende ser duro pero que lo duro es sólo una máscara; que trata mal a todo el mundo, porque cree que todos actúan mal salvo él; que piensa que su hijo es y será un perdedor, porque todo lo que hace no tiene un propósito; que tiene sueños propios de una época difícil caracterizada por la recesión y la imposibilidad para conseguir trabajo. Una madre que, ante la escasez de medios, aguanta los abusos de ese padre; que es permisiva con todo el mundo, pero que siente amor por su hijo sin que tenga la capacidad para demostrárselo. En esa esfera, precisamente, es en la que nace y crece nuestro personaje. Él tiene que ver el mundo desde la precariedad, desde la violencia absoluta y, también, desde la soledad, porque se trata de un personaje que no encaja, que, por ello, prefiere estar solo. Cómo se construye la vida de un escritor. De eso se trata también, porque muestra la forma en la cual se consigue, como único refugio, como única salida, la posibilidad de ser escritor. Y es un tipo de suerte, una carambola la que nos ha permitido gozar de un escritor como éste, porque, ante la imposibilidad de hacer otra cosa es que ha llegado al rincón del arte. Han sido todas esas peripecias que ha tenido que pasar, el no destacar en el deporte o en el estudio, su mala suerte con las mujeres arrastrada por esa inseguridad producto de un acné crónico, lo que lo llevaron a refugiarse en los libros. Esa soledad la que le permitió conocer un mundo en el cual quizás si encajaría. Por suerte, para todos nosotros, el rechazo del que fue víctima, o no víctima porque tal vez se lo buscó, tal vez no era lo suyo, no encajaba; lo llevaron a conseguir una maquina de escribir y de ahí en adelante la historia ya está contada. Narra sobre el alcoholismo, motor que lo impulsó, motor que lo intoxicó. Es su experiencia, a él le sirvió su fidelidad. La violencia que ejerció sobre los demás también le dio una perspectiva distinta de la vida. Es la senda del escritor, el camino que nos ha permitido deleitarnos con una forma de escribir diferente y que, por tanto, debemos de disfrutar. A mí me ha gustado.

"La senda del perdedor" es un relato crudo, directo e irónico de la infancia y juventud de Charles Bukowski. Ambientada en los años 40, en la época de la Gran Depresión, en Estados Unidos. Obra amena, de fácil lectura, con un lenguaje soez. "Realismo Sucio" en su máxima expresión. Destaca la precisión, sobriedad y escasez de palabras para describir los hechos. Ya había leído a este autor. Con éste libro, he logrado comprender, como sus etapas iniciales lo marcaron. Me ha encantado como afronta la vida, con desvergüenza, seguro de sí mismo. Desde mi punto de vista, es un mecanismo de defensa para encubrir sus vulnerabilidades. Si te identificas con el autor, vale la pena darle una oportunidad para conocer sus obras.

Charles Bukowski nos sumerge de lleno en un universo de sordidez y cotidianeidad; nos introduce en la piel de quienes fueron rechazados y oprimidos, en el contexto histórico de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo una perspectiva antitética a la del sueño americano; nos hace espectadores de una infancia y una adolescencia gestadas por los maltratos y la ausencia de cariño; nos narra su primera novela autobiográfica. El título ya nos revela en gran parte lo que vamos a encontrar en sus páginas: tristeza, soledad, lobreguez. Pero Bukowski no exprimirá estos sentimientos con una escritura barroca y rebuscada; todo lo contrario, empleará el realismo sucio, donde prima el minimalismo y la sobriedad. En su narración abunda el estoicismo, la impasibilidad y la serenidad, haciendo que por momentos sea complicado conectar con Henry Chinaski, el protagonista. Sin embargo, hay parajes en los que las palabras no son necesarias y Bukowski es capaz de expresar sin pleonasmos ni ambages unas emociones realmente difíciles de plasmar. Me ha gustado bastante. Por momentos se me ha hecho algo lento por lo que he comentado con anterioridad, pero me queda un buen sabor de boca. Leeré más de Bukowski. 01/09/2022

Definitivamente Bukowski no es para mí. Había abandonado Mujeres y, por suerte, llegué rápidamente a La senda del perdedor. Este parece ser el corazón de la obra de Bukowski por dos motivos: porque relata su adolescencia que ayuda a interpretar todos sus otros escritos y porque muchos lo consideran la mejor obra de Charles Bukowski. No me gusta su prosa, que me parece repetitiva y hasta falta de creatividad. Es cierto, utiliza muchos relatos de alcohol, peleas, masturbaciones y hasta escatológicos, todos temas que no son mis preferidos. Pero, a mi juicio, abusa del recurso y se torna demasiado repetitivo. Sí me resultó interesante la descripción del lado B de Estados Unidos. La sensación de marginación que viven los que no son tan exitosos. Aunque, no deja de ser curioso que los "pobres" de Estados Unidos ya poseían, en 1940, casa, auto, terminaban la escuela e iban a la universidad. Todas características que pondrían a cualquier latinoamericano en la clase media o alta. Bukowski no es mi estilo.

Tal vez Bukowski pueda causar cierta animadversión, siempre ha sido una persona que ha dicho lo que pensaba y eso, para algunos, puede parecerle mal. Tal vez no haya sido el ejemplo a seguir como persona social, pero como escritor fue brillante y en 'La senda del perdedor' podrás seguir una parte de su autobiografía que va desde que tiene recuerdos hasta el inicio de la 2 Guerra Mundial. Una lectura marcada por la Gran Depresión y de su evolución dentro de una sociedad que a él no le gustaba o que a ella no le gustaba él. Su imposible relación con su padre, no tanto con su madre y con una familia marcada por la inmigración. Su difícil adaptación a un mundo educativo. Su atracción por las mujeres y las bebidas. Teniendo mucha más suerte en conseguir alcohol que sexo. Sus amistades, unas relaciones verdaderamente complicadas y raras, de pura supervivencia en algunas de ellas. Todo esto escrito con brillantez y dinamismo, con un lenguaje de la calle sin matices. Una excelente novela.

Si vas a comenzar a leer a Bukowski, este debe ser el primero. Sensacional, me identifiqué demasiado. Además es autobiográfico. Recomendado para tipos duros.

Si odias a bukowski por sucio y malhablado, este es el libro que te hará quererlo. Te hará llorar.

La senda del perdedor es una obra que considero que todo el mundo debería al menos intentar leer. Más allá de las capas que envuelven la vida de Chinaski hay en su fondo un sentido trascendente, hay un mensaje claro, que aunque quizás no sea explícito, rebosa en todas las páginas: el valor de la autenticidad. Chinaski sabe que no encaja en la sociedad, pero lejos de la mayoría, ha tenido el valor de asumirlo. No es algo fácil de llevar a cabo, de ahí que su testimonio sea tan valioso. La senda del perdedor, un chupito de whisky, varios chupitos de whisky. Un libro que arde, un libro que entra directo a las entrañas, y que cuando se termina deja una fuerte impresión, la embriaguez de la autenticidad.