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Sinopsis de LA SECCION

En la sección hay frascos cubiertos de barro con las etiquetas rasgadas, y salamis mohosos y resquebrajados. Nada (ni prenda ni producto) puede tener etiqueta propia, y todos llevan las botas cubiertas de barro. Sus internos deberán poner estacas, y mantener muy baja la temperatura de las casas para complacer a las comadrejas, auténticas propietarias del espacio. No hay nada que iluminar, así que no hay iluminación. Y allí ha llegado destinada, no se sabe por quién, Gizella Weisz. Al contrario que en Kafka, en el que solamente uno es el escogido, en este breve e intensísimo relato de Bodor es toda una sociedad quien sufre las consecuencias.

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