Las madres y los padres que hemos tenido la capacidad y el apoyo para permanecer disponibles para nuestros hijos, sabemos que los ni:amp;ntilde;os son generosos y que favorecen el bienestar de los dem:amp;aacute;s por sobre el propio. Los ni:amp;ntilde;os entienden el mundo tal como lo viven: dentro del amor y la dedicaci:amp;oacute;n, lo sienten como amoroso e infinito, aunque en el desamparo y el vac:amp;iacute;o afectivo, lo experimentan como un lugar hostil del que hay que protegerse. Cada d:amp;iacute;a es una nueva oportunidad para mirar a un ni:amp;ntilde;o y saber que est:amp;aacute; deseoso de alimentarse de nuestra sustancia materna.