El autor de La Reina que no quiso reinar ha conseguido hacer, de una historia tétrica, de una biografía desgraciada donde las haya, de una traición paterno filial y de un sin fin de desafortunados sucesos por parte de Grandes y Notables de Castilla, una tierna novela, con un lenguaje al uso de la época, y que, con lectura amena y comprensible, se lee de forma entretenida la historia más triste de las reinas de España.