Hernán Rivera Letelier, nacido en Talca en 1950, pasó su infancia en las salitreras que constituyen el paisaje de esta novela.La vida en las salitreras era muy dura con jornadas laborales de más de 12 horas, habitaciones estrechas y sin servicios higiénicos, al igual que salarios pagados con fichas en el desierto de Atacama.Si uno previamente no visibiliza eso no se entiende a Hernán Rivera Letelier, por otra parte, su lenguaje es único, en el sentido que muestra su aldea, por ende, no lo puede disfrazar con un lenguaje barroco o almibarado.Es como ver una película del far west y pretender modales de caballero de un club inglés.Hernán Rivera Letelier es un notable escritor chileno, que tiene una virtud importante, escribe como chileno, es chileno hasta la medula y eso hace que me encante, no por un amor especial a Chile sino porque me gustan los autores que defienden su aldea, a lo Tolstoi, aunque confieso que más de una vez intuya lo que está queriendo decir. Pero tiene una capacidad para la gracia, una suerte de comedia negra son sus libros, que los hacen originales y quien puede darse el lujo de ser original siempre es digno de respeto. Aclaración importante, a Rivera Letelier se lo idolatra o no se lo entiende, porque es único. RECOMENDABLE