Construído como una suerte de apostilla a Pintura anémica cuerpo suculento, tras realizar un sugestivo recorrido por la historia dualidad almacuerpo desde la Antigüedad a nuestros días, esta obra desemboca en la reflexión acerca de ciertas poéticas artísticas contemporáneas (Marcel Lí.Antúnez, Jana Sterbak, Los Rinos...) que trabajan con la carnalidad y fisicidad de lo humano. Para el autor, este arte no es un fenómeno aislado sino que se erige como el eslabón más lógico y coherente de una progresiva toma de conciencia de lo corporal por parte del arte y del pensamiento. Y lo propio del cuerpo, nos guste o no, es la pudrición.