LA REBELIÓN DE LAS RATAS

Este fue el primer libro que leí en mi vida, no lo he vuelto a leer porque aún conservo el recuerdo de angustia, tristeza y desesperación de su protagonista. Creo que no fue adecuado para mi edad porque, aunque narraba la situación social de Colombia en ese momento, era demasiada realidad para una niña de diez años.

En esta obra corta, el autor empieza por preguntanrse si lo que se le llama progreso es verdaderamente un progreso para toda la gente o es otra cosa. En esta novela nos cuenta como vivia la gente humilde al menos en su época . Pero no es solo el como vivian lo que más me ha impresionado sino la extraordinaria narrativa que utiliza tan cruda y descarnada que te hace parecer que lo estás viviendo en el momento en que estás leyendo la novela. Te hace ser protagonista de su historia. Es este uno de los libros que más me ha impresionado. Fantástica obra.

La cruda realidad que debe enfrentar una familia de humildes pero honestos campesinos que ven cómo el lugar donde vivían se transforma en un mundo lleno de máquinas gigantes, pavimento, egoísmo y sufrimiento. Buen libro.

Tengo 55 años y aun me acuerdo de este libro, lo leí cuando estaba en tercero de bachiller. Y quisiera volver a leerlo.

Sesenta años han pasado desde que el autor escribió esta magnífica obra ficcional afincada en el bucle de la realidad de nuestro país en el cual los números del calendario avanzan pero la historia da la impresión de ser estática, de solo modificarse en las formas pero no en el fondo, no en lo esencial, la destrucción de lo natural sigue siendo progreso y tras de ello también va de la mano la destrucción de la humanidad por el poder, la envidia y el anhelo desmedido de poseer mucho más de lo necesario tan solo para sentirse superior al resto de mortales. Una historia engendrada en las entrañas de una mina de explotación minera edificada por una compañía extranjera sobre territorios ancestrales, para quienes los beneficios que llenan sus arcas significan el progreso, mientras quienes ahogan sus pulmones con el carbón que ellos venden, ven como se diluyen sus sueños de mejoras en unas condiciones laborales más que precarias, que se comportan como una bestia que engulle a todos estos hombres que con pico y palas luchan día tras día por rescatar cuerpos que la mina a cobrado, dejando sus vidas y arrastrando así a sus familias a la miseria. Las historias como estás que inician con la destrucción de la naturaleza y del hombre a manos de aquellos que juran ser mejores por hablar otro idioma, por tener un cargo más alto, por haber recibido el privilegio de la educación, difícilmente pueden terminar de otra forma que no sea con destrucción y violencia, como en este relato en el que la rebelión anunciada, con la que se buscaba por el dialogo mejorar la vida de la base de la pirámide, terminara nefastamente con el exterminio de una población, de un territorio testigo fiel de que en el habitaron los oídos más tercamente sordos que nunca escucharon los gritos de los hombres que eran lanzados desde las entrañas de la tierra.

La rebelión de las ratas, es una novela ambientada en el oriente boyacense colombiano donde un campesino decide aventurarse a cambiar de vida de ser agricultor a buscar el dinero en las minas de carbón del municipio de Timbali. Su nombre era Rudecindo Cristancho estaba casado ya desde hace 15 años con pastora y de esa relacion tenían ya 2 hijos Mariena y Pacho. Cuando llega la pobre familia campesina al municipio minero lo hacen sin ni un solo peso en los bolsillos y después de tanto buscar quien le pudiese dar una posada llegan a la parte marginal del pueblo denominado el basurero, allí ya en la noche una prostituta llamada Cándida la cual subsistía mayoritariamente de ese trabajo para cuidar a su Hijo Ñeco. al día siguiente Rudecindo decide ir a buscar trabajo en la compañía carbonera del oriente; allí es asignado con el numero 22048 para cavar la tierra ya que un mes antes 4 hombres habían sido sepultados por una explosión con una remuneración de cuatro pesos con cincuenta centavos era el anhelo de Rudecindo de progreso. pasan los días y una serie de acontecimientos hace que la familia entre en desgracia; en primer lugar Su hija para la edad empieza a ser acosada por los hombres del pueblo como lo era "el Diablo" quien presuntamente era el padre de Ñeco ya que había sido amante de Cándida en sus mayores días de desesperación. Los constantes abusos en las minas de la compañía carbonera del oriente por parte de los patrones extranjeros hace que el malestar entre los trabajadores inicie y resuelven en hacer una huelga que fue reprimida de gran manera por parte de la policía. Rudecindo en la mas miseria absoluta tiene a su esposa enferma ya que sufrió un accidente el la quebrada en la que resbalo y perdió a su hijo que estaba a punto de nacer. los acontecimientos continúan y la rebelión estalla ya que después de su huelga habían sido mayormente reprimidos y la rebelión estalla en una cantina del sector y Rudecindo entre las primeras filas es dado de baja por parte de los opresores después de haber propiciado desmanes en todo el municipio.

Cuando leo la rebelión de las ratas, en mí cabeza empieza a sonar una sonata de destrucción en "crescendo", Fernando Soto sabe exactamente como rematar cada capítulo, añadiendole un grado de crudeza aún mayor en cada cierre de capitulo, es un termómetro a tempo, las cosas estallan cuando tienen que estallar, ni una página antes ni una página después, al final casi que puedes oler el fuego que consume las calles de tumba, es increíble y en muchos aspectos sublime.

Aunque parece muy surrealista; esta es la realidad de muchos colombianos olvidados por el gobierno. Todos y cada uno de nosotros, por más mansos que seamos como lo era Rudecindo Cristancho, somos una bomba de tiempo. Un libro muy bien narrado dónde el sometimiento se convierte en revolución. Este libro expone muchos de los problemas sociales que vive Colombia y en si, Latinoamérica.