La larga etapa que abarca de la preadolescencia a la adolescencia y la juventud, hasta que los hijos entran definitivamente en la edad adulta, tiene una serie de cambios y transformaciones, de riesgos y de incertidumbres ante los que conviene que los padres estén preparados: la despedida de la infancia, el surgimiento de las amistades, las transformaciones del cuerpo, la autoestima, la inestabilidad, la problemática social, los estudios y la formación intelectual y profesional, el descubrimiento del amor y de la sexualidad, etc.