LA POLICÍA DE LA MEMORIA

Pues me ha parecido tediosa e insulsa, es decir no aporta nada nuevo ni sugerente y ademas es lenta así que he puesto mi técnica de lectura rápida a prueba. Esto me pasa cuando no quiero abandonar un libro por si tiene algún giro final o simplemente por mi maldita manía de llevar toda la vida aprendiendo a decir que "NO" y no haberlo conseguido. Lo que mas me ha gustado de la novela es su portada y claro, eso y la solidez editorial de Tusquets me engañaron y aqui estoy defenestrando esta novela escrita en 1994 y traducida al castellano un eón despues. Simplemente no pierdas el tiempo y lee "Fahrenheit 451"

🔪🖤Reseña para Negra y Mortal🖤🔪 "Admiro y envidio en cierto modo a los que cuentan con memorias prodigiosas puesto que es algo de lo que carezco. En La Policía de la Memoria, la autora nipona Yoko Ogawa (Okayama, 1962) lleva el olvido y la desaparición de todo tipo de recuerdo al extremo. Publicada por primera vez en Japón en 1994, esta novela distópica (con tintes de Murakami, Paul Auster u Orwell como menciona la editorial Tusquets) narra una historia cruda pero sosegada y, a la vez, reflexiva. La escritora nos presenta a la protagonista: una joven novelista que vive sola y cuyas relaciones sociales se limitan a la amistad que mantiene con un anciano y con su editor. Los tres habitan en una isla donde, de forma inesperada y aleatoria, van desapareciendo paulatinamente cosas o seres (los pájaros, algunas flores, los barcos, lo que se te ocurra). Desaparece tanto el objeto físicamente como cualquier recuerdo de este en la memoria. Para controlar que no quede ningún vestigio de lo que acaba de extinguirse y con el fin de asegurarse de que ese olvido se ejecute existe la Policía de la Memoria. (...) Una historia en la que se habla de esperanza, de amistad y de amor (más de lo primero que de lo segundo); también de autoritarismo y de la sumisión o resistencia ante este. El humor también hace acto de presencia en la novela. Las desapariciones afectan a todo tipo de cosas así que la historia irá adquiriendo tintes surrealistas que te sacarán más de una sonrisa. Debo confesar que no había leído nada de Yoko Ogawa y el libro me ganó por la sinopsis y por la portada (me parece una genialidad, cada vez que veo la placa tengo el impulso de sacar el DNI). Me ha sorprendido muy gratamente y he disfrutado mucho de su lectura, seguiré indagando en la obra de la autora." Reseña completa en https://negraymortal.com/la-policia-de-la-memoria-yoko-ogawa/

La protagonista y narradora es una novelista, joven, que vive sola en una isla japonesa. Su madre era escultora y aunque no es muy claro cómo se produce su muerte sí se intuye que esta sucede a manos de la policía de la memoria. Su padre era ornitólogo y se pasaba sus días en un estudio en lo alto de la montaña para observar los pájaros, tomar fotos y hacer dibujos. En la isla pasan cosas extrañas, como que un día se acaban un objeto y de la cabeza y la memoria desaparece la palabra y todos los recuerdos relacionados con ese objeto. Un día desaparecieron las rosas de la isla y por lo tanto se pierden todos los recuerdos de qué es una rosa, desaparece el recuerdo de haber visto un rosal. Un día desaparecieron los pájaros y lo mismo, la palabra pájaro ya no tiene ningún sentido, así van dándose las desapariciones una a una. Cada desaparición es de alguna manera un acontecimiento en la isla, sus habitantes deben deshacerse de todo lo que tenga que ver con el objeto desaparecido, echarlos al mar, al arroyo, quemarlos o enterrarlos. Pero sucede que también en la isla hay personas que no pierden los recuerdos, su memoria no se afecta con la desaparición de los objetos en la isla y esas personas son objeto de persecución por parte de la policía de la memoria. Eso sucedió con su madre y con el editor de su novela. Las personas que no pierden la memoria buscan esconderse o refugiarse a salvo de la policía de la memoria, que en cualquier momento puede llegar a hacer una inspección de recuerdos y a llevarse a las personas para desaparecerlas. Al tiempo que escribe su novela va narrando lo que va pasando en la isla. Hasta que un día desaparecen las novelas, desaparecen todos lo libros de la isla, desaparece la biblioteca, lo cual es gravísimo para ella que escritora. Así que con ayuda de sus vecinos cambia de oficio, consigue un trabajo nuevo, pero, al tiempo empieza también su lucha y su esfuerzo por terminar su relato de la mano de su editor, a quien ella tiene escondido en el sótano de su casa porque su memoria no ha sido afectada. Finalmente, las dos narraciones confluyen en una sola, lo que está narrando y lo que está escribiendo, tan magistralmente que uno nunca sabrá si desde el principio fueron una sola cosa. Finalmente, y más allá del relato, lo que queda como reflexión es la importancia de la memoria y de los recuerdos, la vida está hecha de recuerdos, de experiencias que quedan en la memoria, y si todo desaparece de nuestra mente vamos desapareciendo lentamente. Es realmente maravillosa esta novela.

"La policía de la memoria" es una original propuesta. Su base argumental gira entorno a la resiliencia, y como esta se convierte poco a poco en la gran protagonista de su historia. La novela es una distopía con momentos de incertidumbre y confusión. La supervivencia es la única salida y también el arma para hacer frente a tan dantesco paisaje. No es una novela fácil; en algunos momentos el lector podrá sentir cierta incomodidad ante su claustrofóbica trama argumental e incluso acogerse al lejano deseo de la esperanza. "La policía de la memoria" es una lectura de un sabor agridulce, aunque con una puesta en escena muy interesante. Por momentos es incómoda y dificil de digerir pero también es directa y reflexiva en su contenido. Lo mejor de esta novela es, sin lugar a dudas, las distintas sensaciónes que transmite; pero sobre todo, el gran talento de su autora para conseguir tan ardua labor. Lectura recomendable.

Las llamas, cual gigantescas y grotescas bestias danzantes, se alzaban por encima de las farolas los postes del teléfono, retorciéndose a medida que ascendían sin parar, mientras las pavesas, empujadas por el viento, se arremolinaban elevaban en espirales, uniéndose a aquel baile macabro. Al haberse derretido la nieve de alrededor, uno se metía en un lodazal si no se andaba con cuidado, y todo lo que nos rodeaba, desde los toboganes, los balancines y los bancos hasta las paredes de los aseos públicos, se había tenido de los tonos anaranjados procedentes de la luz del fuego.

La policía de la memoria 👮🏻‍♂️- Yoko Ogawa ⭐️: 5/5 ❤️: Entra de cajón al top 5 de este 2021 sin discusión. 400 páginas de pura distopía y Japón 🇯🇵. Es un libro hermoso que te cautiva desde las primeras líneas, te dan ganas de continuar sin pausa alguna y no se siente la extensión del texto en ningún momento. Nos encontramos con una sociedad tan Orwelliana que duele, en donde la policía de la memoria controla que la población realmente pierda sus recuerdos. Si, poco a poco todos comienzan a olvidar objetos de la vida cotidiana, sensaciones, como era su vida con ellos… el peor temor que puede existir en el mundo. El señor R y el anciano (protect him at all costs, lo amamos 🥺) van a acompañar a nuestra muchacha a lo largo de cada suceso que se va presentando en la isla y aprendiendo a vivir con esta nueva realidad hasta que… No les voy a contar mas, vayan a leerlo 😉

Debo reconocer que me siento dividido al terminar el libro. No era lo que imaginé al leer la sinopsis, una distopía de corte orwelliano que, por tratarse de esta autora, imaginaba escrita con toques de realismo mágico al estilo de Murakami (por lo del paisanaje). El caso es que el planteamiento de esa Isla en la que la Policía de la Memoria vigila férreamente para que dejen de existir determinados objetos y, sobre todo, su recuerdo por parte de la población, me parece totalmente secundario ante lo que me ha parecido la trama principal: un relato intimista sobre la sumisión, no solo frente a un poder objetivo, sino ante la vida en general. La aceptación calmada de lo que tenga que pasar hasta que no quede nada por pasar.

Para empezar, me gustaría decir que esta ha sido la primera novela de literatura japonesa que leo, y la verdad, es que, me he quedado con una sensación agridulce con este libro porque creo que lo tiene todo para que te pueda gustar, pero no es así por varios detalles. En primer lugar, cabe destacar su premisa, la cual, me parece cuanto menos original y muy interesante. La autora nos presenta una obra ambientada en una pequeña isla en la que van desapareciendo cosas. Para asegurar que el proceso de olvido vaya bien, existe una policía de la memoria que se dedica a arrestar a gente que sospechan que recuerda todo y a los que los esconden. Hasta aquí genial, pero conforme iba avanzando la novela, siento que la autora no ha sabido llevar bien esta idea y deja cabos sueltos: se desconoce muchas cosas sobre la policía de la memoria, cuál es la causa por la que desaparecen elementos como el perfume o por qué algunas personas recuerdan todo y otras no. Luego, la prosa de la autora tiene pinta de ser preciosa, pero no sé, no he logrado disfrutarla del todo debido a que se dedica a describir hasta el mínimo detalle, y no sé, siento que hay cosas que no hace falta que se describa tanto. Si se hubiera centrado en explicar varios detalles de su trama, creo que hubiera sido un librazo, pero no es así. Aunque sí que es cierto, que en bastantes ocasiones, te hace reflexionar sobre muchas cosas: la importancia de los recuerdos, la facilidad con que olvidamos ciertas cosas, qué pasa si el ser humano se decanta por resignarse ante lo que está sucediendo, o por si lo contrario, elige resistir, etc. Además, los personajes me han transmitido entre poco y nada. Sí, le cogí cariño al anciano, más que nada por lo que significaba la protagonista. Pero no sé, en general, me parecen todos personajes muy planos y/o con poca personalidad, desde la protagonista hasta el señor R. Aunque, de la protagonista, he de decir que, me gustó que la protagonista fuera escritora y poder leer lo que escribe, me parece algo bastante innovador, aunque a veces me perdí y no sabia si era la historia en sí o la historia que ella estaba escribiendo. Por último, no sé si el final me acaba de convencer... Me parece que fue apresurado, dado, todas las cosas que he echado en falta que la autora explicara. Por otra parte, creo que con ese final, la propia autora quiso decir que la protagonista, como todo el mundo, al final, se resignó a la desaparición, y pues, al nunca intentar nada ni poner un mínimo esfuerzo de cambiar las cosas a pesar de todas las dificultades que se presenten, pasó lo que pasó: desapareció, sin más