La pipa de Kif
Disfruto mucho leer poesía, sin ser experto en el tema ni mucho menos. Como el que saborea un vino sin saber de cuerpos, matices, años de cosechas o taninos, y simplemente se atiene a lo que le dicta su paladar. Así con la poesía, simplemente sé si me gusta o no me gusta; si me toca alguna fibra o me deja indiferente, y de esa forma la juzgo, con el rasero binario y pueril de quien se sabe lego en el tema. Pues bien, debo confesar que no sé bien qué pensar ni cómo valorar a estos poemas contenidos en La pipa de Kif. Son divertimentos de distinta índole, que en muchas ocasiones se refieren a la vida bohemia, al alcohol, al opio, la cannabis, el hachís e incluso anuncian "la era argentina de socialismo y cocaína", pero dan la impresión que el autor no esperaba que los tomasen en serio. A mi entender revelan una conflictiva relación con el mundo que lo lleva a refugiarse en la bohemia, en la droga, expresando su irreverencia a través de un humor agudo que a veces se torna en burla y desprecio. Con un ritmo que no da tregua, nos ofrece una voz de profeta, que se dirige a la multitud en voz alta pero que nunca interioriza su verdadero sentir,