LA PIEDRA DE LA PACIENCIA

La narración empieza “En alguna parte de Afganistán o en cualquier otro lugar” una esposa afgana a quien no le conocemos el nombre, cuida a su marido, un militar talibán, él esta inconsciente, debido a una bala que tiene en el cuello; la vivienda que ocupan es pequeña, sencilla y austera. Como en todos los lugares que enfrentan un conflicto armado la calidad de vida es precaria, el caso de esta mujer y el de su familia, no es la excepción, no tiene cómo alimentar a sus dos hijas y debe cuidar a su pareja, que es en últimas quien suple las necesidades de la casa; a pesar del maltrato al que ha sido sometida, teme perderlo y quedarse sola. Conforme avanzan los días, el enfermo no evoluciona, ella entre rezos, lamentos y la espera, se impacienta, esto mina sus defensas. Así es como empieza un monologo que le permite desinhibirse y expresar lo que con el paso del tiempo ha ido guardando en su corazón, porque él nunca le dio la posibilidad de hablar sobre lo que pensaba, sentía o deseaba. Ella recuerda la piedra “sangue saber” (la piedra de la paciencia), en la tradición persa este objeto tiene una propiedad mágica, cuando las personas le cuentan sus infortunios y secretos, explota. El autor hace una analogía entre esta piedra legendaria y el esposo de esta mujer. Ella inicia un monologo con una carga mística que conforme fluye, la sumisión va dando paso a la rebeldía y a la inconformidad del rol que ella ha cumplido en la sociedad que le tocó vivir; sin testigos que puedan juzgarla y ajena a lo que ocurre fuera de su casa, esta mujer le cuenta a su marido con dolor y rabia contenida los secretos más íntimos de su vida, descubriendo en ello una acción liberadora que la empodera y le permite sentirse dueña de sí misma. Las descripciones tienen imágenes de animales que sirven de analogía para referirse a las personas, hay una riqueza sensorial y simbólica, que se entreteje con esos silencios elocuentes que se presentan en la narración creando una atmósfera densa y cruda. El lenguaje que utiliza impacta, porque adolece de adornos, es realista. Rahimi, nació en Kabul y se asilo en Francia siendo muy joven, esto hace que conozca muy de cerca la problemática que denuncia en esta obra de forma magistral, logra crear un espacio claustrofóbico debido a la presión social y religiosa a la que está sometida esta mujer, visibilizando el machismo institucionalizado que vulnera de todas las formas los derechos de las mujeres Esta obra en el 2008, recibió el premio Goncourt.

No logre empatizar con la protagonista ni con la historia

Muy buena novela, ubicada en Afganistán. Breve pero potente, muy de actualidad

Una maravilla!!! Novela breve, pocas palabras , mucha precisión, mucha expresión, notable nudo dramático.

“En la mitología persa,”sangue sabur”, es la piedra de la paciencia.Esta es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás…La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota…Y ese día, uno que liberado.” Una mujer afgana cuida día y noche de su marido que se encuentra postrado en estado de coma con una bala alojada en la cabeza. Le administra sus medicinas, se sienta a su lado mientras reza y supera el miedo de las bombas y las balas detrás de la puerta de su casa  pero, sobre todo, habla; aunque nadie la escucha, habla y cuenta todo lo  que  nunca se atrevió a decir en voz alta, haciendo del hombre tumbado e inconsciente  su piedra de la paciencia, descargando sobre él  toda la rabia, las frustraciones y la amargura de su alma femenina. Con un bello lenguaje y un discurrir lento pero constante este libro es un precioso  alegato sobre la opresión que muchas mujeres sufren en el mundo. Una pequeña joya muy recomendable. “Esta voz que emerge de mi garganta es la voz sepultada desde hace miles de años.”

Una gran y breve historia para exponer las humillaciones de la mujer en Afganistán concretamente. Gran escritora, Atiq Rahimi.