LA PERLA

La música de Steinbeck como susurro de conciencia, como grito de alerta, como aullido de desolación. La lucha contra el veneno de un escorpión que devora a su hijo es la mecha, no se me ocurre desesperación más atroz. La perla es mucho más que un relato o una parábola, es la vida misma, una osadía. Una familia indígena, sin recursos, sin otro medio de vida que la propia naturaleza y aun a esta, los ricos encuentran siempre la forma de cobrar sus impuestos. Opresores corruptos frente a oprimidos resignados y un golpe de suerte que al final se vuelve en su contra, porque no se puede cambiar de estatus, eres el eslabón más bajo y el león te arrincona. Quédate en ese peldaño, no intentes subir la escalera. Narrada con tal sencillez que abruma, el Nobel norteamericano deja a un lado la lucidez estética de la prosa, para entregar, a cambio, toda la fuerza a la historia o mejor dicho al contexto social, económico y cultural que la rodea. Una reflexión continua. Medicina que solo cura por dinero, la unión del poder para exprimir al pueblo, para someterlo mediante el conformismo obligado, sin opción a réplica y si alguien se sale del guión que sufra las consecuencias. No veo tanto juicio moral en el instinto de una vida mejor. ¿Quién no la quiere? Pero hasta en la mala fortuna aprovechan los grandes para someter al pequeño, al que solo le queda el sentimiento de culpa. Un magistral cuento que duele, que encoje y a su vez otra de esas joyas que hacen más grande tu biblioteca y, por supuesto, a la literatura.

¡Qué enorme construcción literaria presenta Steinbeck en esta novela corta! Una epopeya de humildes pescadores de perlas, de un realismo estremecedor y al mismo tiempo poética, lírica en su retrato del ambiente físico, cultural y social que cruza toda la obra. Una familia: Kino, Juana y Coyotito, el bebé. ¿Qué ocurre? Coyotito es mordido por un escorpión. El ansia que le produce esa terrible amenaza del veneno en el cuerpo de su hijo, hace que Kino bucee como nunca buscando la gran perla, quimera nunca encontrada, aquella que puedan vender para pagar al médico y les cambie el destino. Y la encuentra. A partir de allí todo cambia. Sabes lo que va a ocurrir pero no puedes impedir cómo te sube, cómo te brota la indignación por el abuso y la injusticia, aunque lo que ocurre en esa aldea de pescadores es tan previsible y tan antiguo. Sentir lo mismo que por la familia migrante de “Las uvas de la ira”. Empatizar, condolerse por el sueño trunco, ese de Kino al contemplar la Perla del Mundo: “Tan hermosa, tan suave, tan musical, una música de delicada promesa, garantía del futuro, la comodidad, la seguridad. Su cálida luminiscencia era un antídoto a la enfermedad y un muro frente a la insidia. Era una puerta que se cerraba sobre el hambre”. Y la médula de ese sueño enternecedor de Kino, el padre: “Mi hijo leerá y abrirá los libros, y escribirá y lo hará bien. Y mi hijo hará números, y todas esas cosas nos harán libres porque él sabrá, y por él sabremos nosotros.” La subyugación y la pérdida de la libertad, a tal punto de ni siquiera aspirarla, se construyen de generación en generación. Se dice aquí que van cuatrocientos años y muchas generaciones de oprimidos. “Desde el día en que llegaron los extranjeros con su autoridad, su pólvora y sus sermones”. Pero cuando Kino y Juana viven el sueño aunque sea por un día y actúan para hacerlo realidad vale la pena. Y así también, las grandes perlas del mundo se hacen abundantes en los vientres de las ostras.

Algo tan pequeño y hermosos como una perla se convierte en centro de todo lo que debería ser bueno y, sin embargo, pasa a ser lo peor. La sencillez predomina en esta obra, una narrativa simple que, ayudada por el tono lírico de la obra de Steinbeck lo convierte en pura poesía. Tal vez tenga que ver su conocimiento de la técnica de los guiones cinematográficos con que frases tan sencillas sean capaces de trasladarme con tanta intensidad al mundo de Kino, su compañera Juana y su pequeñín, Coyotito. El nombre del niño me parece de una ternura singular. Solo eso ya sería capaz de trasmitirme paz y dulzura familiar, pero recibo más ayuda. Escucho, junto con Kino, dentro de mi cabeza, la canción familiar. Simbólicamente la canción se convierte en intuición, pura poesía psicológica. ¡Otra idea magistral del nobel! O por lo menos, a mí, me lo parece. El susurro de una melodía que avisa de lo que está por suceder. ¡Magistral! Por encima del simbolismo musical, la alegoría de la perla. Lo que en la música es auditivo, en la perla es visual, al mirarla Kino comprende la realidad. Cuando Kino encuentra la perla y su hermano le pregunta qué hará con ella, lo que desea es sencillo, ropas nuevas; las suyas están destrozada y, haciendo hincapié en ello, una educación para Coyotito que le asegure una vida mejor. Una mejor vida para su familia. Nada más, no veo ambición en Kino. Eso sí, encuentro dignidad y lícito orgullo al sentirse engañado. Valentía para luchar por lo que se traduce en una vida mejor para lo que es su prioridad: su familia. La diferencia entre el carácter del hombre y la mujer también parece mover los hilos de la obra. Diferentes pero complementarios. La fuerza en el hombre; la intuición y mesura en la mujer. El amor filial está presente en los dos. La crítica de Steinbeck hacia una sociedad envidiosa que no permite a las clases sociales más bajas escalar hacia una vida mejor, se plasma claramente durante todo el recorrido de la lectura y , como colofón, en el acontecimiento final. ¡La perla está maldita, quien la posea atraerá a la mala suerte! es considerada culpable, juzgada y condenada. Impunes quedan los verdaderos culpables, los poderosos que abusan y engañan, que aprovechan la incultura, el miedo congénito y la conformidad del más débil. Preciosa obra. Cortita y cómoda de leer pero con un trasfondo intenso profundo. Nunca había leído a este autor. Por mi parte, matricula de honor. Demuestra que con muy poco se puede decir mucho.

"Él había dicho "soy un hombre", y eso significaba determinadas cosas. Significaba que era mitad loco y mitad Dios." Una fábula o novela corta inspirada en un cuento mexicano que el premio Nobel Steinbeck había mencionado en una anterior obra de no ficción, Sea of Cortez (1940). La Perla es de esos clásicos que se enseñan en los colegios por su gran riqueza ética y reflexiva. El interés reside en el enfrentamiento de dos mundos y la relaciones humanas que fluyen en ese ecosistema gobernado por el poder económico. Aunque la premisa es bastante simple y, una vez en materia, el mensaje casi un siglo después de su publicación está más que manido por sucedáneos posteriores, merece la pena su lectura por la magistral y elegante escritura y narrativa de Steinbeck. Una novela que dura lo que tiene que durar, no está estirada artificialmente, y eso es de agradecer. La perla es un monumento de ética y una cátedra a la reflexión, por eso sigue exponiéndose en la enseñanza. A pesar de su extraordinaria narrativa, es una obra que leída actualmente deja un poso de reiteración, curiosamente, sin tener culpa de nada, pero que se ha "trillado" posteriormente en cientos de obras. Steinbeck creó la fábula original y atemporal, la que hay que tener en nuestra biblioteca.

"La perla" es unos de los relatos más apasionantes de Steinbeck. Un escritor que maneja el suspenso como pocos🙌. La historia comienza con Juana y Kino, una  pareja de indígenas con su niño. En un descuido éste es picado por un escorpión y  por más que intentan succionar el veneno, el niño empeora cada vez más. Debido a su pobreza no podían visitar al médico y deciden buscar perlas para tener con que pagar la atención que necesitaban para su hijo. Salen del agua,  abren una ostra y encuentran una perla inmensa a la que llamaran "la perla del mundo". A partir de allí las cosas pegan un volantazo que no te deja parar de leer. Sigo impresionada de la majestuosidad del autor para tenerte allí y no moverte👀 Un relato que después de "De ratones y hombres" se me volvió una obsesión encontrarlo y lo retiré de la biblioteca, de lo que ya había perdido el hábito y me recordó lo que lo disfrutaba❤ Súper breve, apasionante, conmovedor y con una pluma más que brillante✨💖

Diciembre 2022 Libro 106 El libro comienza con una bonita presentación, Kino es un joven indígena mejicano que vive junto a Juana y su hijo Coyotito que aún es un niño de cuna, el día comienza muy temprano para la familia con una estampa yo diría incluso que romántica, Kino analiza al despertar a su mujer y a su hijo, e incluso envuelto entre ropas de cama sale a su puerta para ver el sol salir frente a su puerta en el golfo, mientras Juana prepara el desayuno y Coyotito juguetea en su cuna. Toda esa tranquilidad llega a su fin en el preciso momento en el que Kino no puede impedir que un escorpión levante su mortífera uña y la clave en el hombro del niño. En su medio de vida, y con el único objeto de valor de la familia, una canoa heredada de su padre q a su vez lo hizo del suyo, Kino, Juana y Coyotito se hacen a la mar con la esperanza de encontrar perlas que puedan pagar el tratamiento del niño para poder salvar su vida, con la "mala suerte" de encontrar "la perla del mundo" , una perla del tamaño del huevo de una gaviota Todos en mayor o menor medida ansían la perla y con ella el cuento de la lechera en sus cabezas, interesados en un hombre que antes les era indiferentes, pero no en la personificación del pescador al que ven incluso como un enemigo para consumación de sus deseos, pasiones, necesidades. Vecinos, el sacerdote que no los casó en su día por faltarles el dinero , el médico que no quiso atender a su hijo por ser unos pobres indígenas sin dinero, los compradores de perlas... Y lo que Kino creía que sería su salvación económica para dar una posición a su hijo, poder casarse con su mujer, comprarse un rifle, bonitas ropas y prosperar en la vida se convierte en una sucesión de hechos inesperados. El autor realiza una fotografía de la sociedad de forma magistral, se describen las envidias, las ambiciones, el puro interés sentimientos negativos que no empañan el amor y la lealtad de Juana, Kino y la figura de su hermano. Recomiendo sin dudar el libro, es un relato muy corto y se cumple lo de lo bueno si breve dos veces bueno

La perla escrito por John Steinbeck, es una novela corta que nos cuenta la historia de Kino, Juana y su hijo Coyotito a quién lo pica un escorpión, a raíz de este suceso se presentan una serie de eventos que los llevan a vivir situaciones inesperadas, cuando creen tener la solución en sus manos a todos los problemas que tienen y mejorar así la calidad de vida de la familia, las cosas empeoran hasta más no poder. Sus vidas dan un giro inadvertido, dramático y trágico para algunos. Me pregunto: ¿Qué estaríamos dispuesto a hacer ante la crueldad y desigualdad para proteger a nuestra familia? ¿Se han presentado giros favorable en nuestras vidas, en algún momento los sentimientos egoístas y mezquinos de las personas que nos rodea influyen de una manera desfavorable? Esta es la historia de Kino, Juana y su hijo Coyotito, son personas sencillas, humildes y pobres, viven en un pueblo de pescadores a orillas del mar, con pocos recursos deben hacerle frente a las necesidades primarias que tiene todo ser humano; pero lo más nocivo que hay cerca de estas personas son los blancos que viven en el mismo territorio y los desprecian, especialmente los que les compran el producto de su trabajo a menor valor del que realmente tienen. Estos hombres trabajadores incansables encuentran su sustento en el mar de donde extraer ostras y de ellas las perlas que hay en su interior. Entre los temas que entreteje Steinbeck en este corto relato está la lealtad familiar, la ingenuidad que tienen los niños, la sabiduría, sencillez y el amor incondicional de Juana para con su familia, el sufrimiento al perder un ser querido, la impotencia, el miedo y la rabia al sentirse menospreciados por la clase social privilegiada. Es una obra que se lee muy rápido no solo por las pocas páginas que tiene sino por su lenguaje sencillo, la trama es lineal, tiene muchos diálogos y al leerla se siente como si nos estuvieran contando una historia alrededor de una fogata a la orilla del mar en una noche estrellada de luna llena.

Octubre 2020 Una joya literaria que describe en una prosa dinámica y envolvente, empleada de forma magistral, como cada cual debe resignarse a pertenecer y permanecer en la “clase social” que les fue asignada por nacimiento, sin pretensiones ambiciosas (que no codiciosas) de mejora propiciadas por un golpe de suerte, porque las consecuencias podrían ser fatales. Muestra asimismo la vileza de los que gozan de una posición económica y social más privilegiada al intentar impedir, por considerarlo una amenaza a su bienestar e intereses, que el cambio de sino se produzca, en beneficio propio. Novela corta de una crudeza apabullante y una belleza incontestable.