La autora de éxitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raíces románticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los más quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Román Velasco es un exitoso artista de Los Ángeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna. Solo Grace Moore, su nueva y reacia asistente personal, entiende cuán poco posee en realidad. Los demonios del pasado de Román parecen hacer eco en los pasillos de su inmensa y vacía mansión y opacan la impresionante vista del cañón de Topanga. Así como Román, Grace también lucha con fantasmas y secretos de su pasado. Después de pasar por un matrimonio desastroso que sacó su vida completamente de curso, ella juró nunca más permitir que el amor le robara sus sueños; pero a medida que conoce más al hombre enigmático detrás de la reputación que lo opaca, es como si los fragmentos de su pasado pronto comenzaran a entrar de nuevo en su lugar hasta que algo totalmente inesperado sucede y cambia el curso de su relación y de sus vidas para siempre.
Tardé mucho en terminar este libro, no porque no fuera bueno si no por cuestión de tiempo mío. En si la historia es completamente cliché, pero como siempre, lo que importa es el viaje y de verdad aunque había muchas cosas predecibles, me encantó como la autora manejo todo, los personajes se me hicieron adorables y tan reales. Los escenarios eran preciosos y el manejo de la historia de amor es magnífico. Solo tengo dos disgustos pero no son tan grandes realmente como para quitar mérito al libro: el primero es que no me convenció tanto el que metiera las historias del pasado, creo que había partes en qué sentí que me interesaba más el presente que el pasado, aunque si fue bastante necesario para entender todo; y por último y no es spoiler, quería que la autora me confirmara sobre el papá de Samuel, osea, en mi corazón sé quién es pero necesitaba que lo confirmarán. Fuera de eso fue precioso y amé todo, menos eso jejeje aunque fueron cosas valiosas.