La Obra de Dios de la cual habla el autor es la liturgia. En el mundo cristiano es uno de los pilares de la oración. Es la arquitectura y el corazón de la práctica religiosa. Actualmente, en ocasiones ha devenido demasiado exuberante, y en consecuencia nos sentimos tentados a aislarnos en una meditación más llibre. André Louf, a partir de Le livre des degrés, la Regla de san Benito y los escritos de Ruusbroec, nos transmite lo que la vida monástica ha ido atesorando en sabiduría y en ponderación espiritual. Ya que, si bien es cierto que la liturgia es un primer estadio -exigente e ingrato a veces, incluso para los monjes-, toma también otra forma, más interior, la cual, por su rigor y por su profundidad, es un paso que permite entrever la liturgia divina.