Érase una vez, que surgió la necesidad - a modo de hada- de admitir que la comprensión de los conceptos matemáticos, se emparejaba a la manipulación de materiales capaces de generar ideas válidad por su correcta utilización. En aquel entonces, existían conceptos y relaciones fundamentales; por no decir, principios básicos. El concepto de número y un sistema cifrado de numeración hacían, por ejemplo, referencia a ello.