Nacido lobo, Maeniel adquiere el poder de convertirse en hombre... pero no tardará en comprobar que el mundo de los humanos es mucho más complejo, salvaje y peligroso que las montañas en las que ha vivido hasta ahora. El ingenuo lobo hombre se ve envuelto en una serie de conspiraciones y venganzas, al tiempo que descubre el amor y la pasión de las mujeres, la fuerza y el odio de los hombres... y su propia capacidad para superarlos. Maeniel y sus compañeros viajarán de los bosques de la Galia al corazón de la Roma clásica en busca de aventuras, venganza y justicia, enfrentándose al poder de las legiones, el Senado y el mismo Julio César.
Una novela de género fantástico que comienza teniendo como protagonista a Maeniel, un lobo al que le ha sido otorgado el poder de transformarse en hombre. Tras sus primeras experiencias como humano en la Galia en tiempos de Julio César, donde conoce a druidas, campesinos galos, soldados romanos..., viaja a Roma acompañando a una mujer caledonia reina y guerrera que tiene la intención de matar a Julio César. En Roma, el lobo-hombre va perdiendo protagonismo en la historia, a la vez que lo adquiere la alta sociedad romana, repleta de odios, traiciones y ansias de poder y riqueza. Con todos estos ingredientes podría haber sido una historia espectacular, pero a mí me ha parecido irregular, a momentos algo entretenida y a momentos aburrida.
A veces, cuando miramos de cerca algo que habíamos admirado en la distancia, descubrimos que no cumple con nuestras expectativas. Los defectos ocultos por la distancia parecen más brillantes, y lo que nos impresionó al verlo desde lejos nos repele cuando nos acercamos.