LA NOCHE DE TLATELOLCO

Una desgarradora historia de lo que pasó en 1968 en México. Y de como se pudo orquestar y ocultar algo tan imperdonable. Claro esta que todo debe salir bien en las olimpiadas y el mundial de fútbol. Una relatoría de hechos sucedidos en mi México querido que cada 2 de octubre se recuerda.

Magnifica labor periodistica firme solida valiente,

Leí este libro cuando tenía 21 años, la maestra de la clase "Ensayo del siglo XX", nos mostró el primer fragmento. Frente al PowerPoint en el cañón se me salieron las lágrimas. Salí de la clase llorando y en la primera librería donde lo encontré, compré el libro. Ese libro es muy significativo para mí porque lo leí cuando en mi universidad, cuando el rector se postuló para un puesto político y pidió una pausa para ver si ganaba en la política y sino regresaba como rector. Ante esto los estudiantes se levantaron e hicieron un plantón en rectoría mostrando su inconformidad. Los estudiantes estaban divididos en los que apoyaban a los altos y a los que no. Entre ellos, yo y muchos amigos estábamos los que pensábamos que eso no era correcto. Algunos se quedaron en el plantón, meses, sino me equivocó, otros sólo íbamos a apoyar y a levantar los ánimos, otros salían en las noticias... Qué bella fue mi universidad, ¡qué recuerdos!

Pobres estudiantes...

Una mala crónica de un suceso que marcó a México, a veces uno tiene la impresión de estar leyendo una reseña de sociales.

Es muy aterrador leer este libro por qué relata un historia por qué es verdadera. Todos los mexicanos deberían leer este libro para que la verdad sea conocida. Definitivamente ni perdón ni olvidó y que la lucha por un país mejor continúe día a día.

Una recopilación de historias que te hacen sentir la frustración, el enojo, coraje y rabia de saber lo que pasó en Tlatelolco y no se hizo justicia y peor aún saber que sigue pasando en nuestro México.

Los levantamientos juveniles de 1968 despertaron una de las protestas más populares de la historia de México. Las demandas iban más allá de las consignas puntuales en contra de la represión policial y la libertad de presos políticos, sino que denunciaban un sistema político que habiendo germinado de una revolución social se había convertido en un proceso burocrático, monopolizado por el PRI pero sobre todo socialmente estéril. Sin embargo en México coincidió con los preparativos de un evento deportivo internacional: los juegos olímpicos del 68. Para acallar las protestas, el gobierno mexicano perpetró un grosero fusilamiento masivo a la vista de todo el mundo. De ese proceso y de ese fusilamiento trata el libro de Elena Poniatowska. En Praga, París y también en México la juventud se alzó contra un sistema que oprime a las mayorías. Era el mundo de la guerra de Vietnam y del movimiento hippie, pero también de los estudiantes convencidos de que un mundo mejor era posible. Esta es una obra coral, donde testimonios provenientes de todas las capas y roles sociales de México cuentan sus vivencias de los fusilamientos en Tlatelolco y la Plaza de las tres culturas. Pero además de testimonios, Poniatowska intercala con consignas emanadas de cánticos, folletos o discursos asamblearios e incluso de la prensa mexicana que operó como encubridor y propalador de la coartada oficial (la idea de que los disparos lo iniciaron los estudiantes, que los fusilados fueron los provocadores). En ese sentido resalta el testimonio de la periodista italiana Oriana Fallaci quien cubrió el acontecimiento y criticó al periodismo mexicano por su incapacidad para indignarse. La obra se organiza en una primera parte con testimonios de los presos políticos los cuales algunos pasaron hasta más de tres años en prisión y una segunda parte donde los testimonios reconstruyen los hechos del 2 de octubre de 1968, día de los fusilamientos. El 68 en México marcó un quiebre en la historia de este país. El libro de Poniatowska, cuyo mayor mérito se destaca en conseguir tal densidad de testimonios y organizarlos en un hilo narrativo que te hace olvidar de que cada testimonio es una experiencia individual y por lo tanto irrepetible.