En 1923, la república de Atatürk prohíbe la lengua y escritura árabes a favor del alfabeto latino. Servidores de Alá y de los sultanes, los calígrafos son marginados y sus escuelas abandonadas. El suicidio de Selim, el antecesor virtuoso, sellará un pacto inviolable entre Rikkat, su joven alumna, y el arte de la escritura. Antes de morir, el hombre le lega su escribanía y su tinta de oro. Posteriormente, mucho más... durante sus divertidas visitas desde ultratumba.