LA NAVE

La tercera y última parte de esta saga de "El éxodo de los gnomos" es quizá la más divertida y emocionante de las tres, siendo todas en general bastante entretenidas y entrañables. La verdad es que son muy amenas de leer y con un tono para todos los públicos a la vez que gracioso y reflexivo. Me ha parecido muy bien escrita, bien estructurada y con varios recursos literarios por parte del autor muy bien traídos. Además, los juegos de palabras y chistes en ese sentido son bastante ingeniosos y el traductor Hernán Sabaté Vargas hace buena referencia a ellos en sus notas. La historia que aquí se cuenta transcurre casi en paralelo a lo acontecido en el anterior libro, Cavadores, teniendo un par de giros muy interesantes que, sin ser muy sorprendentes, dan un final a la saga que satisface al lector. Echaré de menos a personajes como Masklin, Cosa, Grimma, el Abad... Qué grandes reflexiones inocentes y a la vez tan profundas salen desde su inocencia y sinceridad. Este libro es como mirarnos a través de un espejo para retratar nuestra sociedad y pensamiento evolutivo. Qué buenos ratos me ha hecho pasar. Dos apuntes: 1. Cosa es, hoy en día, perfectamente identificable como un trasunto de inteligencia artificial con internet, bastante adelantada a su tiempo y totalmente reconocible, pero que en los noventa no lo sería tanto. 2. Qué recuerdos me ha traído esta saga de la grandísima minicampaña autojugable de rol de Albert Estrada Zambrano, publicada por Nosolorol: El secreto de los Nimblekins. Si os gusta los juegos de rol y os ha encantado esta saga de gnomos y su mensaje, no podéis perderos la experiencia de jugarla. El trasfondo es mucho más descarnado y cruel, pero sin separarse de la inocencia con la que los nimblekins contemplan el mundo que les rodea.