Continuación natural de «Apegos feroces», «La mujer singular y la ciudad» es un mapa fascinante y emotivo de los ritmos, los encuentros fortuitos y las amistades siempre cambiantes que conforman la vida en la ciudad, en este caso Nueva York. Mientras pasea por las calles de Manhattan, de nuevo en compañía de su madre o sola, Gornick observa lo que ocurre a su alrededor, interactúa con extraños, intercala anécdotas personales y piezas reflexivas sobre la amistad, sobre la a menudo irreprimible atracción por la soledad y sobre qué significa ser una feminista moderna. Estas memorias son el autorretrato de una mujer que defiende con ferocidad su independencia, y que ha decidido vivir hasta el final sus conflictos en lugar de sus fantasías.
La mujer singular es Vivian Gornick y la ciudad es Nueva York, una ciudad que palia la soledad de la escritora, una ciudad repleta de voces que le enamora a la escritora. En estas memorias, Vivian Gornick reflexiona sobre el amor, la amistad y la independencia. Ella consigue mantener una amistad duradera con Leonard, ha amado a varios hombres, y ha sustituido sus fantasías por sus conflictos.
Es una obra escrita con una mirada amorosa y llena de anhelos, de una joven que desea pisar y vivir las calles de la ciudad. Personalmente amo las ciudades “caminables”, esas que tienen calles llenas de vida, de vecinos y perros y tiendas y arte callejero y libros y chucherias que se venden en la calle y otros, muchos otros diferentes, como leí alguna vez cada persona es un gran misterio y hay ciudades llenas de eso, particularmente Nueva York. Ame este libro porque me sentí Vivian viajando de Bronx a Manhattan, me vi adolescente tomando un micro para llegar a Buenos Aires y eso me enterneció mucho. La mujer singular se atrinchera en la soledad de las multitudes urbanas. 🖤
En un pueblo la soledad se volvía insoportable. La ciudad tenía sentido porque hacía soportable la soledad".
Caminaba para despejarme, para sentir la vida de las calles, para disipar la depresión vespertina. Durante aquellos paseos soñaba despierta constantemente. A veces pensaba en el pasado- idealizaba recuerdos amorosos o elogios- pero sobre todo soñaba con el futuro