LA MUERTE DEL COMENDADOR #1

Este libro me ha generado sentimientos opuestos. Por un lado reconozco que no es el mejor Murakami ni de buen trozo. En el inicio sobretodo no he reconocido al autor. Me ha parecido muy repetitivo y aburrido. Parece que no sabía cómo empezar a contar la historia e incluso he encontrado alguna pequeña contradicción. Pero a medida que la historia ha ido avanzando ya ha mejorado y me ha ido gustando más. Se trata de una lectura muy pausada, que se lee lentamente, no por difícil. Al contrario, este libro es muy sencillo i fácil de leer. Pero aunque no tenga mucho ritmo a mí no se me ha hecho nada pesado. Al protagonista lo acaba de dejar su mujer y decide irse a vivir a una casa en medio de las montañas que le deja un amigo. Allí se dedicará a pintar, al igual que el antiguo propietario. Pronto ocurrirán hechos extraños. Encontrará un cuadro pintado por el antiguo propietario guardado en la azotea que le resultará bastante inquietante, obra que da título al libro. También empezará a oír ruidos que provienen del bosque. Y conocerá a un vecino misterioso. Se trata de un libro con un toque de realismo mágico pero en un nivel inferior al que nos tiene acostumbrados Murakami. En este primer libro ninguno de los misterios queda resuelto, tampoco se entiende la conexión entre ellos ni se comprende muy bien hacia dónde va a llevarnos el autor. Por lo tanto no quedará otra que leer la segunda parte. Como ingredientes que ayudan a que la lectura sea más interesante están, por un lado, todo lo relacionado con el arte y el oficio de pintor y retratista y, por otro lado, todas las menciones a obras de ópera y música clásica. Siempre y cuando os gusten las artes. No me atrevo a recomendarlo y quizás tampoco es un buen libro para empezar a leer a Murakami, pero a los que nos encanta el autor disfrutamos todo lo que viene de su mano.

Se me complica decir el porque lo deje de lado por un tiempo... No era el mejor momento para leerlo, quizá. No me aburrió, simplemente no entendía a donde quiere llegar Murakami, y eso me desconcierta un poco. El libro en sí, es buenísimo tiene un amplio contenido, un lenguaje impecable y culto. Es una buena historia, al retomarlo nuevamente sentí que fue en el momento adecuado, y se me hizo muy placentero, sobre todo mientras leía, escuchaba a Vivaldi, Beethoven o Chopin, entre otros... Y de verdad, que relajo! Sentí que lo disfrute y me concentre más. Me gusto la personalidad del protagonista y como Murakami poco a poco nos muestra el crecimiento de éste tras su separación, su forma de afrontarlo, como empieza a llegar gente nueva a su vida... Nuestro querido protagonista es muy reflexivo, y también hace que uno reflexioné sobre la identidad, los afectos, y las experiencias místicas. Aún no comprendo a donde quiere llegar del todo, pero no me quedaré así, iré por el segundo, quiero saber que quería expresar Tomohiko Amada con el cuadro del comendador, y el propósito de la aparición de éste.

Conocí al autor, pero no a su obra. Ojalá la hubiera conocido antes. Desde el primer instante ha demostrado que sabe enganchar a su público combinando el viaje interno del protagonista con una paranoia de historia que sólo puede dejar al espectador a cuadros. ¡Deseando terminar la segunda parte!

Luego de la publicación de "Los años de peregrinación del chico sin color", una novela - que en mi opinión- no estaba a la altura de sus predecesoras, parecía que la carrera literaria Murakami había perdido el brillo que antaño gozaba, sin embargo la publicación de "La muerte del comendador" traería de vuelta al Murakami de los viejos tiempos. Y es que esta novela supera en calidad y extensión a su predecesora. Contada en primera persona, Murakami nos invita a la soledad, a la intimidad del día a día de un pintor que agobiado por la separación de su mujer decide vivir en las montañas del Japón profundo. Una narración que resulta deliciosa en manos de Murakami y que a la par va tejiendo - con maestria- un misterio con respecto al protagonista y los fascinantes personajes que lo rodean. Tan bien descritos y representados pero algunos con un halo de misterio que nos invita a querer saber más. La fantasía, lo raro y lo onírico - temas recurrentes de este autor - se hacen presentes nuevamente con solidez y enganche. Una primera parte que resulta recomendable y atrapante. Vale la pena leerlo y quedar así con las ganas de conseguir la segunda parte.

“Afable es una palabra con una resonancia extraña “ Afortunadamente yo no debo serlo con la literatura de Murakami, En virtud de que una idea no tiene memoria propiamente dicha, pero subsiste con muchas limitaciones, por ejemplo debe ser convocada, mas que invitada, para asistir y existir, Basicamente el nombre de este libro, basado en un supuesto cuadro pintado por un pintor japonés reconocido, como una denuncia al régimen Nazi, que le toco vivir en carne propia, no es mas que el pretexto para que Murakami teja una red de ideas y las interconecte, al parecer sin orden ni concierto, Pero finalmente como nos acometen sino las ideas, así, súbita, abruptamente, y se traslapan en nuestra mente, dando lugar a la siguiente, sin necesidad de sustraerse a la anterior, y permitiendole subsistir, por tiempos indeterminados, que no se miden en días u horas, tal como el estribillo de una canción que súbitamente nos aborda y nos ataca, por épocas, o al parecer sin razón alguna, De esta misma manera, lo manifiesta, al tratar de explicar lo que hace a un cuadro una referencia que no puede ser explicada con palabras, para mi la literatura de Murakami, es una serie de palabras que no puede ser concebida de otra forma que de manera escrita, y que me resulta muy difícil de explicar las sensaciones que me genera, aunque debo dcir que la mayoria de ellas es placentera, El tema del libro, un pintor, su divorcio, aislamiento, descubrimientos, que lo llevan a interiorizar, pero que simultaneamente lo catapultan fuera de si, en pro de situaciones a resolver, que al parecer no le competen pero lo confrontan con su propia realidad, Limites entre realidad y fantasia, borrados, tal como sucede en los sueños, en sus sueños o sus ensoñaciones . Reiterando, no debo ser afable, la lectura de Murakami, me gusta, me parece suficientemente plena, aunque debo reconocer que en ocasiones se repite, lo cual no sucedía con sus primeras novelas, aún así todo, para mi gusto, queda justificado, ..por supuesto, que coincidan conmigo ya es otra cosa, Finalmente las ideas son solo eso ideas... van y vienen. Pero existen,

He vuelto con mi vicio, el realismo mágico de Murakami. Esto no es una reseña completa a la historia, ya que, como se sabe, esta novela fue dividida en su formato en español (no tengo idea el por qué) así que, esta historia aún no la he culminado. Solo quiero hablar en los elementos que Murakami usa en esta novela, Dar mi opinión y listo. Bueno, Murakami no cambia ni para un poco su estilo, al más fiel estilo de Kafka en la Orilla o en El Fin del Mundo, donde cualquier cosa puedes esperar, Murakami nos sumerge en varios capítulos en donde ocurren cosas inesperadas, paranormales, que al parecer, en el segundo libro le darán una resolución al personaje principal. Sin embargo, en este libro siento también que hay varias páginas que pesan de más, no podría llamarlas relleno, pero que siento no han aportado mucho, incluso en ella, tiende a mencionar acciones sin realismo, pero que estas se sienten menos creíbles que los sucesos paranormales. Los personajes, como siempre muy originales y recordables. Lo mejor del libro son los diálogos entre estos, Murakami siempre deja una frase para enmarcar. Y bueno, esto es todo. Estaremos empezando la segunda parte de inmediato, y así poder generar una conclusión total, de momento, la calificación es solo “realismo mágico”.

Mientras más leo a Murakami, más me gusta.

LA MUERTE DEL COMENDADOR - Haruki Murakami Tenía pendiente esta lectura desde hace un tiempo y las casi mil páginas de sus dos tomos me hacían retrasarla, sabiendo queme iba a enganchar. La ola de calor y el intento desesperado de no pensar en la misma me animó a empezar esta lectura que me enganchó desde la primera página. Con un pintor buscándose a sí mismo, la aparición de un cuadro desconocido, el sonido de una campanilla, un agujero oculto en un bosque, una adolescente y un hombre perfecto y misterioso, teje el autor una red en la que va atrapando al lector entre el tiempo y el espacio. Muy Murakami, con su sello distintivo que no falla, misterio, sexo, adolescente, hombre joven, cambio de dimensión espacio-tiempo y ese realizo mágico a lo japo bañado de buena música y literatura que hace la fórmula de su éxito. Sello y estructura inconfundible, 100% Murakami. Como siempre no he podido parar de leer hasta terminarlo.