LA MUERTE DE IVAN ILICH

Un cuadro que nos muestra los frágiles que somos ante la vida y la forma en cómo empezamos a valorarla cuando ya es demasiado tarde; circunstancia que dentro de la novela está sucedida además por la desencadenación de los demonios internos y sufrimientos morales del propio protagonista, los cuales, a la larga, terminan siendo más terribles que los mismos sufrimientos físicos, y es allí donde radica su principal tortura. Una obra de alto voltaje sensibilizador y gran contenido humano.

He sufrido con este libro por muchas razones, no solo vemos como son los días antes de que Iván Ilich muera, sino que sabemos mucho de su vida y el dolor y vacío que sintió. Creo que en ocasiones lo que más necesitamos no es una vida libre de dolor, sino saber que cuando se pasa cierto dolor hay gente a la que le importa y que le interesa que no te sientas solo aunque no pueda hacer más por ti.

"La muerte de Iván Ilich" y" El Padre Sergio" son relatos impresionantes. El primero, produce emociones fuertes y tiene connotaciones de resonancias fúnebres. Cómo no empatizar con el protagonista, que puesto en un trance extremo, porque se le va la vida, se replantea todo sobre el significado de la existencia y lo terrible de la muerte. Al ir a un velorio o visitar a un moribundo, es probable que algunos de los que lo hacen, se parezcan en la intimidad de sus pensamientos y sensaciones a los protagonistas que aquí aparecen. El "Padre Sergio" no le va en zaga. Representa la búsqueda de la excelencia y la trascendencia humana. Tolstoi es un grande de todos los tiempos.

Bueno, no suelo llorar con los libros pero este me encontró muy penetrada en las palabras cuando dio su golpe final, y aunque, no es ninguna sorpresa, me dolió todo su sufrimiento. Iván Ilich es un juez, que tiene una carrera exitosa, un matrimonio con una bella mujer, una hija con un prometedor compromiso matrimonial y un hijo varón que no sigue sus pasos. Tiene muchos amigos, le gusta codearse con las altas esferas y aspira a seguir mejorando económicamente. Los problemas de Iván Ilich llegan cuando despierta sus enfermedad y comienza a descubrir que su vida era una hipocresía, todas sus relaciones eran superficiales y por conveniencia. Al principio me costó empatizar con el protagonista pero a medida que el personaje se iba desarrollando, creo que llegó a despertar en mi un miedo a convertirme en Iván Ilich, una persona que siguió las normas sociales y cumplió con el estándar de vida correcto para su época pero que nunca lo lleno ni se sintió realizado, solo estaba listo para morir.

Novela corta existencialista en la que el autor muestra con profundo realismo la crudeza de la enfermedad, de la agonía y de la soledad (a pesar de la compañía) previas a la muerte del protagonista, tras una vida llena de convencionalismos.

La decadencia y el caos que precede a la muerte inminente protagonizan un relato existencialista de corte sombrío y deprimente. Utilizando este suceso Tolstoi disertará acerca de la oscuridad frente al diagnóstico, la mentira o la asunción de un trágico destino, la compasión o incluso el balance final de la propia vida, de forma impecable. Aunque lo más interesante es que plantea una profunda reflexión al lector, siendo fiel a mí misma, he de decir que no es el tipo de literatura con el cuál haya disfrutado más. Veremos si en un futuro me acaba conquistando con alguna otra de sus obras.

Escrita bajo el marco del glamour afrancesado de la Rusia zarista, en esta peculiar novela corta (o cuento) el gran Tolstoi nos narra la historia de Iván Ilich, prominente juez que en apariencia lleva una vida perfecta y que en la cumbre de esa vida feliz de pronto cae en una rara enfermedad que lo va carcomiendo día a día, sufriendo un terrible dolor físico y moral hasta el día de su muerte (no es spoiler pues el propio título del libro así lo dice). Que es más desgastante? el dolor moral o el dolor físico? cuando ambos han llegado a su máxima expresión? La mitad del libro (y creo que en esto radica su valor literario), es una descripción detallada de lo que puede llegar a sufrir una persona enferma así como las repercusiones a su entorno en todos los aspectos. Debo confesar que esta historia me puso algo nervioso jejejeje.

Desde su lecho de muerte Ilich, analiza la hipocresia de un hombre hipocrita en una sociedad hipocrita, tan insustancial, que su muerte no reporta ninguna modificacion a la misma, tan vacua que su vida se convierte en un sinsentido, tan poco dolorosa que solo le reporta dolor a el, quien trata de justificar los porques de su actuacion en un escenario donde nada resulta justificable, excelente reflexion sobre la sociedad rusa zarista, pero sobre todo acerca de la muerte de cada uno y de su muerte en vida.