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Sinopsis de LA MUERTA ENAMORADA

La Muerta Enamorada es un delicioso relato al más puro estilo romántico donde la realidad y el sueño seconfunden, y donde la vida y la muerte se entrelazan, diluyéndose la delgada frontera que, en ocasiones, lassepara. Se trata de una de las obras que más evidencia el estilo y el arte de Gautier. En ella el día y la noche,lo real y la ilusión, lo grotesco y lo sutil, la seducción y la repugnancia —plasmadas en un tono enigmático yatrayente, propio del autor— se funden de manera imperceptible para engendrar lo sublime: la belleza.Ésta es, pues, una novela corta en la que un anciano sacerdote relata su única experiencia con el amor, quevivió en su juventud y que le fue ofrecida por un espectro de la noche, por un «ángel o demonio», dotado delas más excelsas emanaciones de sensualidad, ternura y belleza. Romuald, que hasta entonces había sido uncasto y correcto ferviente servidor del Dios, se encuentra, de repente, sumido en una fascinación inexplicablepor una pasión siniestra. Y Clarimonde, la vampira de este relato, y la más voluptuosa, inofensiva y atrayentemujer que pueda existir tiene, como la prosa de su creador, una magia perfecta; es la encargada de arrastraral sacerdote hasta los más profundos y oscuros abismos, en los que la belleza resplandece de forma extrañay fascinante. A lo largo de las páginas de La Muerta Enamorada, Gautier desarrolla uno de los temas másrecurrentes de su obra: el sueño; lo que sucede en la vigilia y en el sueño del perturbado sacerdote sonsiempre acontecimientos absolutamente distintos y contradictorios. La confusión de la existencia delprotagonista entre lo real y lo soñado lo arrastran prácticamente a la locura, hasta el punto de no saber si esun generoso sacerdote que cada noche sueña con ser un galán fatuo, un joven libertino, señor de la máshermosa y voluptuosa mujer o si, por el contrario, es el joven que se entrega a los placeres y que sueña quees un mortificado sacerdote.

11 reseñas sobre el libro LA MUERTA ENAMORADA

Gautier abraza con mucha sutileza el eterno triángulo compuesto por la religión, el amor y el pecado, y se apoya levemente, en referencias vampíricas. Romuald es un apacible sacerdote que narra en primera persona y acudiendo al pasado, como fueron los días de su ordenación cuando el destino hizo enfrentarle al amor. Clarimonde, la amada, tratará de vencer la resistencia de Romuald cuyos votos tomará pese a las armas de mujer, bajo el peor tormento de todos, la culpa. Ficción, sueño y realidad se mezclan en un relato, tan sencillo, como exquisito. Lo mejor, la pluma, aunque la trama tenga su aquel, y es que estos franceses a veces escribían muy bien, por muy rebuscados, educados y glamurosos de pitiminí, empeñados en que hasta la muerte huela bien. Cuento fluido (fluidez del XIX), por llevar la contraria, pero con ese estilo de caligrafía prieta, letra ordenada y cadencia melodiosa made in gallo. Si, muy bohemios, pero a grandes caldos, grandes letras. Palabra de abstemio, o no. Hay sangre, pero es de Coco Chanel.


Está claro que en algún momento de nuestras vidas somos de malas en el amor, ya sea porque la persona que queremos no siente lo mismo, o en casos más complejos somos correspondid@s, pero nuestro cuento resulta ser un amor prohibido. El caso es que al conocer esta historia, podemos darnos por bien servidos y podemos agradecer que quizás esto sólo le pueda pasar a nuestro protagonista. Romuald, quien narra su historia muchos años después de los sucesos que dan forma a este relato, explica cómo resultó completamente enamorado de una hermosa mujer, que lo maravilló con sus encantos, justo el día que se estaba ordenando como sacerdote, y que desde el momento en que cruzaron sus miradas, fue inevitable para este nuevo servidor de Dios poder sacar de su mente la voz de aquel ser que le prometía el más maravilloso sentimiento. Pero detrás de aquella dama se escondía el amor más obsesivo y exótico🧛, que le estaba haciendo perder la cabeza a este caballero. Esta historia por alguna razón me recordó aquellas leyendas en mi país, donde “mujeres rarosas” persiguen y seducen a hombres sinvergüenzas o que se portaban mal, pero con un toque más adornado a su estilo francés de casi a mediados del siglo XIX, pero sencillo de leer. Me pareció una buena lectura y entretenida para cualquier rato.


De verdad creo que veinte minutos de tu vida no parecen mucho tiempo, esa es la distancia exacta que te separa de este librito. Tan solo unas pulgadas. Yo fije mi atención en este relato corto por el título, enseguida me llamo la atención, “la muerte enamorada”, un cincuentón como yo con un corazón abrasado vuelta y vuelta a la parrilla no podía dejarlo pasar, Me fui hasta vuestras reseñas y leí una de una compañera que directamente me fusilo al amanecer sin haber tenido yo la oportunidad de defenderme, sin juez y sin jurado, definitivamente esta mujer debería de estar prohibida por ley, (amiga mía, espero por tu bien y por la magia que tienes cuando escribes una reseña que tu corazón no esté igual de abrasado que el mío, seria toda una desgracia para mí perder la violencia mágica de tu pluma). Me pareció tan deliciosa que comencé a leer este relato al instante. Y para cerrar mi semana más sentimental, como no, este librito también iba de amor, del amor más duro: Del amor imperfecto, del amor imprudente, del amor ilegal, de ese en el que nuestro protagonista nunca debería haberse visto envuelto. Un amor que nunca tendría que haber sucedido.  Del amor de barro sin cocer. Del amor que odiamos porque nos domina y que nos domina porque no podemos controlarlo. Del amor que desafía nuestras vidas acomodadas y pone patas arriba nuestras más firmes convicciones.  Del amor canalla. Del amor traidor. Del amor intransigente. Del amor total. De un amor que odia a muerte a Cupido.  De un amor que cualquier día de cualquier mes de cualquier año te abandona a tu suerte y te deja colgado con el cartel de “cerrado por defunción”.  Y tú, que todavía andas grogui preguntas - ¿Quién se ha muerto? Y el que se ha muerto es tu corazón Insisto, 20 minutos no son nada


El joven Romuald, el mismo día que va a ser ordenado sacerdote vislumbra a una bellísima mujer, Clarimonde, de la que queda prendado para siempre, completamente subyugado y enamorado. “Me preguntas, hermano si he amado; sí. Es una historia singular y terrible, y, a pesar de mis sesenta y seis años, apenas me atrevo a remover las cenizas de este recuerdo.”Así empieza esta historia, y a partir de este primer párrafo Romuald rememora los hechos acontecidos desde el momento en que vislumbra a la mujer que será su gran amor, y nos deja una historia que mezcla realidad y fantasía, amor y muerte, tentación y pecado, remordimiento y culpa,….Recomiendo totalmente este breve pero intenso y exquisito relato. A mí me ha enamorado.


Hace ya varios días descubrí esta bellezura de relato, en extremo simbólico, gracias a la arrolladora reseña de un querido amigo lector. Y sólo en la madrugada de hoy me decidí a leerlo. ¿La experiencia? Pues, bárbara…mis sentidos estremecidos sin remedio. Esta lectura, en la que el autor te toma delicadamente de la mano y mientras camina contigo te va mirando, indagando en tus ojos para ver qué sientes y cómo lo sientes… esta lectura te atrapa según la interpretación que tú le des, pues tiene varias. Yo no quise ver la clásica dicotomía de siempre entre religión y pecado, y no es que me lo propusiera, es que no fue lo que me llegó. A mí este libro me habló del amor en una de sus tantas formas trágicas y gloriosas. Me habló, sobre todo, del amor prohibido, de ese que sabes imposible y tú sigues ahí, aterrida y ensimismada, lamiéndote el corazón desbocado. Me habló de la ilusión que se instala a cuchilladas, peligrosa, hasta que ya no sabes si tu sangre es roja o tiene el color de las pesadillas. Y hasta me habló de la insistente pero, a su vez tambaleante fuerza con la que defendemos ese amor inoportuno, porque no resistimos que se nos robe esa quimera que entonces nos facilta respirar. Miren, no más, les pongo esto como ejemplo: “… y hubiera deseado que del flanco de las sombrías nubes que transcurrían pesadamente sobre nosotros hubiera salido un triángulo de fuego que le redujera a polvo”. Así pensó este pobre cura arrebatado, cuando el padre que le asistía, se empecinó, ferviente, en demostrarle los equívocos de su pasión. Hemos estado ahí, como Romualdo…al menos quienes ya hemos vivido media vida, y a pesar de las odiseas del corazón, este nos sigue latiendo, tal vez desafinadamente, pero continuamos otorgándole otra oportunidad . Yo he visto eso y más en este corto cuento. El amor haciendo de las suyas cuando menos lo esperas, cuando ya no contabas con ello, cuando creías que por fin te habías quedado seca, fría, ciega…el amor que te sorprende con una cachetada, y te tocas el rostro, y miras tus manos, y hay en ellas el rastro de una lluvia morada.


Es un relato corto, escrito para imaginar una doble existencia, donde el pecado perturba al joven y lo atrae cual mariposa a la luz, a la perdición pero haciéndolo sentir dichoso, feliz de atreverse a vivir esa aventura; así es siempre la juventud, es arrastrada hacia lo que le produce mayor placer. Luego se percata que no puede distinguir en que sueño está viviendo, se da cuenta que esta hechizado, embrujado, por los encantos de una mujer que no tiene ningún reparo en hacerle perder su alma. Muy agradable lectura, te envuelve, te atrapa, hasta el final. Narrada deliciosamente.


Parafraseando a Raymond Carver...¿ De que hablamos cuando hablamos del amor ? Gautier ofrece su respuesta, hablamos del amor eterno que dura un segundo, o un sueño, hablamos del deseo de ese sueño eterno , hablamos de ese sentimiento tan incomprensible que todos creemos comprender de ese tormento sublime que eleva tu alma al cielo mientras desgarra tu cuerpo en el cieno. Amor a Dios eterno e irrealizable, o amor a una mujer , mujer que corroe tus noches que embota tu espíritu, que desmantela tu voluntad , Amor que te vuelve frágil , en tanto fortalece tu férrea necesidad de asirte a el. Que transforma tu vida en una dualidad especular donde observas lo siniestro, pretendiendo mirar lo diestro. Amor que prohibido abrasa en la llama del pecado. Amor que arrastra a lo helado de la culpa. Amor que se dicotomiza entre el sueño y la vigilia, que se divide entre el lecho y la tumba . Gautier inscribe con su pluma los colores de este amor que recuerdan su faceta de pintor, al dibujar en la mente del lector esos matices de colorido romanticismo gótico que abundan en su escritura, que pasa del mas puro blanco del sudario al mas negro pozo de remordimiento , de la tumba profanada. Pasando por el rojo de la sangre, él púrpura de los atardeceres el verde de la esperanza de que el sueño sea realidad, de que la realidad sea solo un sueño. El joven sacerdote Romualdo abraza la fé con ardor, al momento de ordenarse , es tocado, materialmente, por Clarimonde, quien con su belleza trastorna la conciencia haciéndole dudar de sus convicciones, eventualmente tras un largo alejamiento, resulta un encuentro entre el clérigo y la libertina, en su lecho de muerte, en un arrebato de locura besa sus labios, insuflándole nueva vida y he aquí que inicia una odisea entre el sueño y la vigilia, entre la vida y la muerte, entre su devoción y el abandono a los placeres que sólo Clarimonda puede proporcionarle. Este vampirismo, la mujer que sorbe sangre, conciencia, voluntad, trastorna a Romualdo, quien debe ser rescatado por el abad. Ya anciano, Romualdo cuenta su única experiencia su experiencia única a un pupilo previniéndole acerca del riesgo de apostar todas sus fichas por la terrenal pasión que despierta una mujer. Un relato sobre cogedor, de terror , si, del terror que encierra el dejar todo aparcado en aras de un amor que consume, cuerpo, alma espíritu, un amor al que todos en alguna ocasión nos entregamos. Eso en sí mismo es ya un acto de vampirismo, donde la liberación es mas terrible y dolorosa por la pérdida de la añorada fascinación. Clarimonde directo a la lista de vampiros que consumen mis noches, sorben mi sangre por lo bien escritas, descritas y plasmadas por la pluma de Gautier. Hay una serie basada en este magnífico trabajo de Gautier, pero nada que ver, existen además al menos dos películas bajo el mismo nombre, pero no basadas en el libro, una de ellas Mexicana . En resumen sólo un Gautier, sólo una Clarimonde. Que aclara mi mundo


Un maravilloso relato escrito por el poeta Theophile Gautier en 1836, donde un sacerdote se enamora perdidamente de una vampiresa. Una narración genial, donde la conciencia, cordura, amor, pasión están al límite. En una época donde lo vampiresco era algo nuevo, este poeta tiene conceptos y teorías muy maduras de sus distintas características que a lo largo de los años fueron el mito y tradición hasta que Stoker lo madura en Dracula, de lo mejor que leí en cuanto al género.


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FRASES DEL LIBRO LA MUERTA ENAMORADA

»Derrama el vino de ese cáliz y serás libre, te llevaré a islas desconocidas, dormirás apoyado en mi seno en un lecho de oro macizo bajo un dosel de plata. Te amo y quiero arrebatarte a tu Dios ante quien tantos corazones nobles derraman un amor que nunca llega hasta él.


Publicado porSoniagh

Por haber mirado solamente una vez a una mujer, por una falta aparentemente tan leve, he sufrido durante años las más miserables turbaciines. Mi vida está trastornada para siempre jamás.


Publicado porRafaguillo

La palidez de sus mejillas, el rosa desvaído de sus labios, sus largas pestañas entornadas que recortaban una franja negra sobre aquella blancura, le daban un aspecto de castidad melancólica y de sufrimiento pensativo, de una potencia de seducción inexplicable.


Publicado porEdd62

El amor de Dios, no fue suficiente para reemplazar el suyo


Publicado porEdd62

No miréis jamás a una mujer y caminad con los ojos fijos en la tierra, pues, aunque seas casto y sosegado, un solo minuto basta para hacerte perder la eternidad.


Publicado porEdd62

He debido venir de tan lejos, de un lugar del que ninguno retorna, no hay ni sol ni luna del país de donde vengo, ni espacio ni sombras, ni sendero para el pie, ni aire para alas . Y sin embargo heme aquí, mi amor es mas poderoso que la muerte y terminará por vencerla


Publicado porEdd62