El tiempo no ha logrado borrar la memoria de unos sucesos que ensombrecen la vida de un pueblo tranquilo, a donde va a vivir una familia. Regina, la hija, que tiene nueve años, se dará cuenta de que algo raro pasa y tendrá que hacer frente a una serie de circunstancias que no muestran signos de buen agüero.
Lectura de un día por mucho, una historia breve que no sale de contexto ni de sus 5 personajes principales y muy bien llevada. Lo que parecía un siniestro demente resultó ser una persona que escapaba de sus perseguidores en lugar de enfrentarlos, y eso debido a su particular personalidad. Al final logra librarse de estos gracias a una especie de simulación de su propia muerte para rehacer su vida lejos de su tierra. ¡Vaya ironía!