La tranquilidad de Los Nostros, un pequeño pueblo al pie de la cordillera de Los Andes, se ve alterada por el interés turístico que despierta su belleza y por la presencia de algunos inescrupulosos que han puesto el ojo en sus riquezas naturales. Newen Cayuki es un fiero custodio de la vida silvestre del lugar, que libra sus batallas tanto con cazadores furtivos y mercenarios como con la hermosa Cordelia y la hija de ambos, Mayga. Esta jovencita de aspecto exótico posee un extraño don que la une a los animales y a la región, Newen quiere alejarla de ese rincón al que tanto ama, pues ambiciona para su única hija una vida mejor. A partir de la llegada de una comitiva de cazadores, el universo de la joven se sacude y también el de su padre. Desde el momento en que conoce a Daniel Eliot, una serie de desgracias pone en jaque a las autoridades de Los Nostros y sus pobladores.
Leí este libro en el verano y destaco dos cosas, la primera es la pluma de la escritora porque a pesar de que el libro no me gustó no podía dejar de leerlo; lo segundo es como la autora es capaz de adentrarte en la Patagonia argentina. El resto del libro no me gustó mucho que digamos: la historia me pareció un poco plana, los personajes (sobre todo el padre) me cayeron mal, a la única que rescato un poco es a la hija, los demás no me llamaron mucho la atención. Es el único libro que leí y me enteré que hay otros libros relacionados, pero no te perdes mucho cuando lo estas leyendo, porque dandole otro credito a la escritora, te contextualiza de una forma en la que se entiende el proceder o la historia previa de los personajes.