LA MIGALA

Un narrador sufre la nostalgia por la ausencia de su amada y decide comprar una migala (una especie de araña grande) para después dejarla libre en su casa, creándose un mundo angustioso y desolador ante el eventual momento que el animal pueda picarlo mortalmente. Viviendo diariamente noches de insomnio, acompañado del temor y la angustia por la presencia y convivencia con aquel animal, sin embargo le permitirá tener ocupada su mente lejos de los recuerdos de su amada. Arreola supo lograr en un cuento tan breve caber tanta tensión y angustia.

Pues es un cuento super cortito, creo que volveré a leerlo porque como todas las metáforas debes encontrarle un sentido y yo no lo encontré mucho, supongo que no soy tan perceptiva. La edición que tengo es hermosa, las ilustraciones tal vez me distrajeron un poco de la sustancia en si del libro pero son bellas. Habla de pérdida y del deseo de morir, por eso es tan lugubre. En definitiva esta padre la pequeña historia solo hay que encontrar la perspectiva entre líneas.

De las mejores historias que he leído de Juan José Arreola donde el personaje principal consigue de su compañero de casa a un arácnido esperando que éste le de lo que mas desea: un final a su vida sin sentido.

El mejor cuento corto que he leído, magistral, redondo, mis respetos.

Un remedio desesperado ante una dolorosa realidad. El protagonista adquiere a la Migala, un ponzoñoso arácnido, para acabarse a sí mismo. Esta Migala es un acto simbólico, una metáfora de la autodestrucción que nos proporcionamos con tan de evadir los sufrimientos del desamor. Arreola, de manera maravillosa va describiendo la angustia psicológica y emocional a la que se somete el protagonista para olvidarse del amor frustrado. Cristopher Domínguez incluye en su interesante prólogo que es momento de que los aquejados del amor, los abandonados resuman su situación diciendo que tienen la Migala en casa, en el corazón. Gabriel Pacheco une el prólogo con el breve y estremecedor relato de Arreola con la ilustración de las lacerantes pero creativas tijeras. De la anécdota personal de Domínguez con Arreola, hace un nuevo elemento simbólico, toma las tijeras para narrar de una manera teatral las palabras..