Tom Ripley es esa persona que no quieres encontrarte en la vida ni cruzarte en su vida y, mucho menos ser tropiezo para sus planes. Patricia Highsmith nos presenta en esta segunda entrega de la Serie a un Ripley, más maduro, más sínico y sociópata, capaz de engañar, estafar, falsificar y matar después de utilizar a quien se le antoje. Lo peor de todo que aún cuando sabes que es malo también es muy agradable, como todo sociópata y, por momentos se pone uno de su lado. El libro es muy entretenido y, aunque predecible e inverosímil en algunas situaciones me tiene enganchada la maldad de Ripley. Quiero una Madame Mannette...