Kipling, que nació en la populosa ciudad de Bombay en 1865, recibió desde su primera infancia las vivídas impresiones de este mundo inagotable. Su trabajo como periodista le obligó a viajar por todos los rincones de la India y le abrió las puertas de los más diversos ambientes. Gracias a ello, Kipling supo retratar con profundidad la vida de la sociedad Britanica y la variopinta mezcla de gentes y costumbres de la India.
Este es un clásico del terror, publicado en 1890, tan ágil que parece pasar de largo, sin embargo hay un resabio en la mente que perdura con los minutos posteriores. Se instala casi imperceptiblemente en la memoria, como los relatos sin enseñanza lo hacen. Es espeluznante, verosímil por cómo está narrado y tiene un gusto perverso y macabro. Inclusive en la época en que fue escrito un periodista de The Spectator escribió: "Está historia puede ser curiosa pero es deplorable, y muestra lo peor del señor Kipling. El premio Nobel 1907, Kipling (a decir verdad ha sido el más joven en recibir la distinción) proyecta las creencias que tenía acerca de las religiones paganas, que son el contexto con el que nació la idea. Una maldición que persigue. La licantropía es el tema central del relato, esa metamorfosis monstruosa que es presentada como la peor entre todas: Convertirse en un hombre lobo y devorar todo al paso.